58) DE REPENTE, NEREA~
Imagina que tu hija, amiga, sobrina, conocida...etc, emprende el viaje de regreso a su ciudad de origen, junto a su madre, para llegar a casa después de disfrutar de unos días de asueto en el pueblo. Hasta aquí, todo normal, pero los viajes pueden albergar imprevistos, como por ejemplo, que al haber recorrido más de 60km en su retorno, su coche sufra el reventón de una de sus ruedas delanteras.
¡ Que miedo! ¿ No?. Hasta a mí, que soy conductor profesional, se me ponen los pelos de punta, por sólo pensar en la situación que vivió Nerea junto a su madre a pocos minutos del centro de Soria, antes de llegar a la estación de servicio de nombre Cadosa, en la N-122 en dirección Zaragoza, su destino.
No, porque no me haya sucedido nunca, sino porque he visto desde mi camión a conductores en situaciones extremas, al tener que apañárselas para hacerse con la trayectoria caprichosa que adquiere el vehículo ante el reventón o pinchazo de cualquier rueda de la dirección.
Si esta situación vial, enerva a conductores experimentados, no me quiero imaginar lo que tuvo que experimentar una chica como Nerea, que a sus 31 años, fue asaltada por tan "bandolera" incidencia técnica, por inesperada, cuando disfrutaba de su primer viaje largo como conductora.
Su cara angelical, bella, pues así me lo pareció, y estilizada por una ropa sencilla; hasta el reloj que lucía en su muñeca, como los "Casio" de toda la vida, delataba una sencillez exacerbada, de esas, que me cautivan.
Te sorprenderá que escriba tantos detalles de esta joven, pero es que se equivocó en la elección de su particular "asistencia en viaje" porque pidió ayuda a este camionero aficionado a la escritura para que le cambiará su rueda reventada.
Se equivocó, porque no contaba que su incidencia técnica iba a ser motivo de inspiración para dejar constancia en la virtualidad que nos absorbe, de su ejemplo, sea por ser "novata" ante un reventón o pinchazo de uno de los neumáticos de sus coche; pero también porque merece ser alabada y destacada por su actitud, para que sirva de ayuda a personas en su misma situación.
El reventón no la amedentró, y quizás recurrió al consejo que nos enseñaban nuestros padres a los niños de aquellos años, que hoy tenemos 40 velas sopladas cuando viajábamos con ellos en aquellos coches menos sofisticados, pero bien duros.
Aquel consejo que relataban los mayores de cada cual, rezaba: "que cualquier camionero bien te puede ayudar en la carretera ante un imprevisto". Aunque en la actualidad, los seguros de automóviles ya cubren y asisten todas las incidencias o problemas que puedan surgir en el viaje por carretera de cualquier persona.
Nerea lo pudo comprobar. Pues ante mi llegada al área de servicio, acudió pronta a la vera de mi cabina, para pedirme con un rostro desencajado por la situación, que si la podía ayudar a cambiar su rueda.
El Código de Circulación bien que recalca que ante la petición de ayuda o socorro, siempre debe ser respondida, por lo que espero y deseo, que el lector no se fije en mi acción, y anote en su memoria el ejemplo de Nerea, por su reacción.
He de reconocer, que hacía unos diez años que no cambiaba una rueda de turismo; no así las de los vehículos pesados, porque en la nave de unos conocidos, los fines de semana, éstos bien que se preocupan que no pierda la vieja práctica en el cambio de las pesadas ruedas de camión. Práctica esta, que ya tampoco se suele realizar por los conductores profesionales en ruta; al tener contratados servicios de asistencia en carreras las 24 horas, que bien asiste, aunque no siempre en la brevedad que a uno le gustaría.
Y no se cambia la rueda, no porque el conductor no quiera, sino porque los espárragos o tornillos que ajustan la rueda al buje, no siempre se aflojan, debido a que a medida que los kms discurren, las tuercas se aprietan, más si cabe, por sí solas. Por lo que si no llevas un tubo largo para dar más empuje a la llave que las desaprieta, la llamada a la asistencia es lo más socorrido para que con su maquinaria industrial cambien el neumático dañado en menos que canta un gallo. Por lo que aconsejo a los conductores de turismos, que se interesen por comprar unass llaves de mango extensibles, que ocupan poco espacio, y bien que empujan, cual Obelix.
Volviendo al ejemplo de Nerea, si ella hubiese intentado desapretar su rueda, no lo hubiera conseguido, pues este camionero, tuvo que acudir a su camión para recoger la palanca tubular y extensible, con la que levanta su cabina, para poder desapretar las tuercas del neumático de su turismo, por cierto, ya veterano.
Una vez que me aseguré que el coche tenía accionado el freno de mano, y que ella sabiamente había dejado engranada la marcha atrás, por estar el coche en pendiente; me dispuse a aflorjar un poco las tuercas, pues no conviene hacerlo con el coche levantado por el "gato". Después mostré a Nerea donde debía colocar el dispositivo mecánico con nombre de felino, para levantar el coche, pues ella no lo había hecho nunca.
Una vez echa la operación de levantamiento del vehículo, en la que ella cooperó, me dispuse a comprobar la rueda de respuesto. Como me temía su neumático estaba bajo de presión, por lo que antes de quitar el neumático dañado, me acerqué a la gasolinera para comprobarla, confirmando que le faltaba un kg de presión.
Si en carretera te ocurriese esto, estimado lector, debes conocer que la velocidad de crucero una vez reienicies el viaje no debe ser muy alta, hasta que puedas llegar a un lugar donde inflar tu neumático de recambio.
Nerea y su madre, fueron afortunadas de que su incidencia, ocurriese en ese lugar, pues una vez inflada a la presión correcta, el neumático deteriorado fue reemplazado, reiniciando su viaje, una vez abandonados sus nervios iniciales en aquella gasolinera soriana. Recuerda, al apretar la rueda, una vez colocada, hazlo siempre en cruz. Es decir, que cuando aprietes el tornillo, traza un aspa imaginario, y alterna la maniobra de apriete. Es un consejo de "viejos" conductores y de mecánicos experimentados.
Tengo que reconocer, que a la hora de prestar ciertas ayudas, la responsabilidad de ser eficiente se acrecienta, pues no es lo mismo empujar un coche que no arranca, a cambiarle una rueda, debido a que si la operación no se realiza de a acuerdo a los mandamientos de los que saben, por los mecánicos, el riesgo de accidente para las personas socorridas está al acecho. Tenedlo en cuenta, que antes de que Nerea y su madre partieran con intención de llegar a la sombra de las torres del Pilar, este camionero les dijo, que hasta que no pasara por Zaragoza, pues iba a descargar a Barcelona, y la Pilarica no me " "notificara " su llegada, no iba a respirar tranquilo. Una vez que dejé atrás el Ebro, me sentí dichoso porque la carretera siempre te sorprende y educa en el conocimiento de personas como Nerea, y su madre.
Las dos mujeres, simpáticas tanto la madre como la hija, se mostraron agradecidas, pero lo que no saben ellas, que ayer con su incidencia técnica, bien que ayudaron a este camionero, pues el día no había sido muy presto en buenas sensaciones para él. Su sonrisas, educación y respeto, me hicieron continuar con un viaje, que no empezó de la forma deseada,pero bien que continuó, desde el momento que Nerea, se presentó, de repente, ante mi cabina....
¡ Gracias chicas, por alegrarme el día..!
Nota: lo que le sucedió a esta "mañica" te puede suceder a tí. Si eres un conductor joven o inexperto, pregunta a tus mayores, para que te asesoren en todo lo relativo al vehículo que vas a conducir, porque recuerda, que no todo es jauja una vez que pierdas de vista por el retrovisor, a tus progenitores; quienes siempre se quedarán preocupados cada vez que escuchen el tinteneo del llavero, que bien les indica, que pronto vas a iniciar un viaje, que no siempre está libre de incidencias...
¡ FELIZ VIAJE AMIG@ CONDUCTOR!
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