Quizás a la hora de llegar a comprar a tu supermercado de barrio, habrás podido observar algún camión aparcado a su puerta descargando palets conformados por multitud de referencias de artículos para su venta; los cuales, tras ser descargados por el transportista son llevados en un portapalet por el personal de la tienda pasillo por pasillo del supermercado, reponiendo cada producto agotado por un pack de los que soporta ese palet recién descargado.
De esa manera el cliente lo tiene siempre dispuesto, en perfecto orden de revista, por colocado, para llamar la atención en el lineal, sea de droguería,desayunos, lácteos, aguas...especias...etc.
Pues bien, cada uno de esos palets con variados artículos comerciales de referencias múltiples son preparados por hombres y mujeres en las distintas plataformas o logísticas comerciales.
Una vez que los tráilers procedentes de las distintas fábricas nacionales e internacionales son descargados en estas plataformas, y los palets tras su verificación en la playa de descarga por el recepcionista, los carretilleros los alojan en su lugar correspondiente en el perceptivo pasillo, ya sea a ras de suelo o hasta 20 metros de altura, e incluso más; si el almacén dispone de silo o almacenaje automatizado sea de producto de droguería, alimentación o refrigerados.

Pongamos un ejemplo:
+Pasillo droguería: el sistema le ordena que coja artículo 33(caja de lejía). Diciéndole el número de pasillo, así como la referencia de localización. Una vez colocada la caja de lejía, el operario responde al sistema:"ok" "ya" o incluso a algunos de estos operarios le he escuchado decir: "Vale". Sin tiempo que perder el sistema le envía la nueva orden recogida de cualquier otro producto, por ejemplo papel higiénico. Una vez ejecutada esa recogida continúa por el pasillo.
Este paseo tan particular no deja de ser un juego de rompecabezas, puzzle o lego para el operario o señorita encargada de ir "llenando" el palet, que no carro de la compra; pues tienen que ir adecuando la colocación de cada producto sobre el anterior para conformar una "torre de precompra" en equilibrio, pues hasta el final del pedido, el palet que soporta todos los artículos del pedido no será plastificado. Esta precompra tan particular no la pagarán en metálico a la hora de dejarlo en la playa o zona de carga, pero si en tirones musculares, cuando no dolor en el espinazo, pues cada operario puede coger y colocar entre 800- 900 referencias en su turno de trabajo de 8 horas.
Una vez completado el envio para la ruta que lleve el camión de reparto prefijada, serán todos los palets de picking cargados para ser enviados al supermercado. Incluidos los productos refrigerados albergados en cajones isotermos especialmente diseñados para guardar la cadena de frío, pues todos los camiones son frigoríficos.
Desde que llevo en el mundo del transporte esta práctica se ha ido actualizando, porque hace quince años el emplead@ iba con un papel enganchado a su transpaleta manual con alguna pinza(hasta de tender la ropa las llegué a ver) y a medida que iban colocando el producto que marcaba la orden impresa, tachaban con su bolígrafo el producto, para continuar al pasillo anexo a recoger el artículo siguiente, e incluso el plastificado lo hacian a mano, dejándose sus dedos marcados por la quemazón del girar el rollo de plástico sobre sus dedos.
De aquellos tiempos hasta la actualidad, incluso las transpaletas han evolucionado ya son en su mayoría eléctricas, aunque todavía las manuales se resisten a desaparecer para desesperación del empleado encargado de preparar esta "compra" tan variada, por particular, para la tienda o supermercado.
No debo obviar, que algunos de estos palets, cual lego de artículos variados pueden llegar a pesar más de 200 kg, si portan paquetes de agua, leche, cerveza..etc. Y cada artículo lo cogen y colocan estos empleados tan abnegados uno a uno durante ocho horas.
Hace unos días, pedí permiso a un encargado para tomar alguna foto que rindiera el merecido reconocimiento a estos trabajadores, quienes trabajan entre las bambalinas del sector comercial, a quienes muy pocas personas ven y conocen su trabajo, a base de "tirar de riñones" y brazos par cumplir con las expectativas de los intereses de venta de su firma.
Al acercarme a unos de ellos, se extrañó de mi intención de escribir sobre su trabajo. Al comentarle que me gusta escribir sobre trabajos peculiares para rendirles tributo, el me contestó, que en esta vida, ya lo de reconocer, no se lleva.
Lo que desconocía él, que su trabajo va a ser conocido o reconocido hasta en el Canadá, si la virtualidad y sus estadísticas no me engañan, ni fallan.
A ellos y ellas, son miles en España, gracias por hacernos la "precompra" o el picking diariamente, para que nada nos falte al fin de mes, a mediados o a principios de semana, según sea la rutina de compra de cada cual, en el lineal de nuestro supermercado, tienda de barrio, sin olvidar a las tiendas de ultramarinos, que algunas todavía quedan...
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