Quede tranquilo amigo lector, no hace falta que eche la mano al invento que nos evita la calada los días de lluvia, pues el veranillo de San Miguel va para largo.
Quizá por ello, por lo de no llover, fue por lo que Jose me haya invitado a su cochera para ver el vibrador adaptado al tractor de cadenas con el que recoge las aceitunas de unos 8000 olivos.
Y cuya recolección no ha iniciado, quizá por que esperaba que el agua, sin ser en Mayo, cayese en Septiembre. Si Dios quiere, el Lunes el tractor será transportado a los olivares de su familia para iniciar la faena.
Si usted continúa leyendo entenderá por qué he titulado el relato de esta manera; pues es la forma coloquial con la que denomina el personal que vive del olivo a este sistema de recolección, pues a la hora que sus pinzas abrazan el tronco del olivo, el plástico sobre el que cae el fruto, se abre cual paraguas bajo las ramas del olivo.
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Las pinzas que abrazan el tronco del olivo disponen de unas gomas resistentes para evitar el daño al olivo al vibrar. |
Por lo que he podido observar, el montaje del sistema de vibrado, es complicado y largo en el tiempo, pues el enganche del frontal, y el depósito hidráulico en su parte trasera parece complicado, por la cantidad de ajustes que se deben hacer, así como colocar las distintas magueras de presión que conducen y retornan el aceite que da vida al sistema mecánico.
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Detalle de apertura del "paraguas" donde cae la aceituna al ser vibrada |
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Apertura inferior por donde se efectúa la descarga de las olivas en los remolques |
En fin, que si los agricultores de antaño levantaran la cabeza, tendríamos que salir todos por patas, por aquello que después de liarse a gorrazos, nos tirarían los canastos de recolección de toda la vida, esos que cuelgan del cuello, y que bien les dañaron sus espaldas veteranas.
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Jose antes de manejar esta máquina recoge aceitunas, bien que soportó sobre su cuello el peso del cesto lleno de aceitunas recogidas a mano. Mil gracias por tu asesoría. |
¡Es lo que tiene el progreso, que siempre se acuerda, o le recuerdan a uno, que antes se trabajaba de lo lindo; y encima eran felices, y comían perdices..! Pues las cazaban...
Nota: Gracias José, por mostrarme este ingenio mecánico, que tanto vibra, para desgracia del olivo; que bien que te agradece que sueltes su tronco, desde tu puesto de conducción para dejarle tranquilo en su aposento, en algunos casos centenario. Pero que agradecido que te queda después de tanto "meneito" al ser despojado de su preciado fruto, para que sus ramas y tallos dejen de mitar hacia el suelo, y volver a ascender en busca del clima para favorecer la campaña próxima, un año por delante de mimos, abonados, podas que le dejarán preparado para alegrar la vista del caminante o viajero, sea por el camino o carretera....
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