Como camionero envidio a esas personas que se congratulan con nuestros trabajo. Porque les impera el deseo de viajar.
Así lo manifiestan:
- "Me encanta vuestro trabajo. Todos los días conocéis mundo.."
Y vayan que conocemos sitios y lugares.
Tantos, que incluso, en determinados momentos, nos podemos permitir renegar de tal facilidad de conocer nuevas tierras. Por estar siempre lejos e incluso a una hora de nuestra morada porque el tacógrafo no nos permite alargar más el tiempo de conducción para llegar a cruzar ese umbral que tanto nos avitualla el bienestar.
Por eso les escribo, que cuando acaba la jornada laboral de un camionero de larga distancia, es muy fácil sentir envidia sana se usted, por saberlo en su hogar.
A punto de tomar un ducha, una cena en compañía. Y tras relajarse un rato, enarbolar en un susurro esas palabras, que bien reflejan que no está solo antes de apagar la luz
- " Hasta mañana.."
A los camioneros nos queda ese paseo que tan buenas panorámicas nos ofrece en el lugar donde hayamos estacionado nuestro camión , avenido por unas horas a dormitorio, para pasar la noche.
