martes, 15 de septiembre de 2015

62)LA CANTERA TAURINA~

  En la actualidad, algunas minorías están manifestándose contra ciertos espectáculos taurinos, sea en cosos urbanos o por las mismas calles de las pedanías. No dudan en manifestarse, no prescinden de artimañas silbadas, o con megáfono en mano, para dilapidar con sus discursos bien hilados contra todo, y contra todos los que se identifique con la brega del toro.
Sin importarles que multitud de familias que viven del cuidado y mimo del toro hasta su muerte, sea en los medios, como en el recibidor del chiquero, mediante el estoque, o la puntilla manilarga desde el balconcillo lúgubre, puedan ver como sus nombres englosen las listas del paro; sin olvidar, que siendo una faena la suya, de esas de tradición vitalicia, quizá no tengan posibilidades de poder reintegrarse a otro oficio, debiendo acudir durante el tiempo que permanezcan en su exilio profesional, si se diese, a los comedores sociales para alimentar a sus hijos.
Estos niños, al igual, que los hijos y sobrinos de los aficionados maman de la "teta taurina" desde bien pequeñitos, acompañando a sus progenitores, ya sea en las dehesas alimentando al ganado bravo, los primeros; como asistiendo a los espectáculos taurinos de la mano de un abuelo, madre o tío, que les explican los tercios y los trasteos de cada espectáculo, los segundos.
 Hoy he visto en el tendido a muchos niños, que con su voz en maduración progresiva entonaban los oles, pero también los silbidos, cual imitamonos de sus mayores, para manifestar su malestar por la decisión del jurado.
Niños posando con recortador
 Estos chavales que hoy han ocupado una localidad al precio de 7€, junto a su "apoderado"  adulto, que ha apoquinado 15 €, han podido recibir una lección de valores que bien les vendrán para con su vida.
 A la hora de escribir este relato, me estoy acordando de la pandilla de quinceañeros, quienes precediéndome en la taquilla de la Plaza de Toros "La Glorieta" en Salamanca, no dudaron en preguntar si por pagar los 15 € de la entrada les compensaba el tiempo del espectáculo. Ante la respuesta de la joven taquillera, que el espectáculo duraba dos horas aproximádamente, decidieron convocar cónclave pandillero, para tomar la decisión de adquirir el billete. Quizás su maltrecha economía, entre carruseles y aprovisionamiento líquido para las Ferias y Fiestas charras, los quince eurines, se les iban de madre.
Taquillas en La Glorieta. Salamanca
A la hora que empezaban los recortes.
 Durante la exhibición de recortes dibujados por los recortadores en el albero, planeando, cual cometas por el largo del bravo animal, sentado en una silla; así como la llamada para el arranque del astado, con saltos, sacadas de pecho, o con el socorrido ¡Eh toro, eh!
Recortador saltando la barrera para hacer el
"quite" que tanto auxilia a su compañero en
el recorte realizado al astado.
Estos jóvenes portentos  de la preparación física, han dado una lección de responsabilidad, apoyo al compañero caído, y arrastrado hasta los cuartos traseros, cual pelota por el bravo animal a Arturo, quien no se amedentró tras el acojone propio y del público, para volar como un ángel por encima del bravo animal. Para aleccionar a los presentes en aquello del dominio del miedo al fracaso después del paseo rastrero que le dio el animal por el albero salmantino. No sólo demuestran compañerismo en momentos delicados, sino que toda la brega, los recortadores en turno, se apoyan para colocar al bravo animal en le lugar que indique el torero recortador, a quien le toque dibujar  al respetable sobre el ruedo, ese recorte o pase burlador de la envestida del animal galopante, sin ser equino.
 Los asistentes adolescentes, así como los mayores hemos sido espectadores de lujo del bello gesto del triunfador elegido por el Jurado especialista en esto del recorte a cuerpo descubierto al  astifino. Quien ante la disconformidad del público, sea por desconocimiento, o por apoyar al torero, libre de engaños, de la tierra; el ganador decidió llamar a su rival, para entregarle el bello trofeo, provocando un apoteósico aplauso, que bien desbordó las emociones de todos los allí congregados.

EL triunfador elegido por el Jurado,
ante la disconformidad  del público,
entrega el trofeo al compañero ovacionado.
 Una vez finiquitada la entrega de los trofeos a los triunfadores, y que estos acudiesen al encuentro de quien se lo entregaba por el pasillo de honor, que conformaban sus competidores en la lidia, el público abandonó el tendido por los vomitorios, excepto algunos, que quisieron plasmar para la posteridad, sea con una fotografía, firma de sus recortadores de referencia, pueblo o por simple cercanía.
La discapacidad, sea transitoria o de por vida
no impide disfrutar de la Fiesta taurina,
que siempre aúna y bien reconforta.
Los toros no sólo una manifestación de la muerte de un animal, también es un recordatorio para quienes han sufrido los envites aciagos de la vida, para que tengan referencias del conocimiento de personas ejemplares por su afán de superación. Pregunten al maestro Padilla, quien tras la pérdida de un ojo por la embestida de un toro,  fue rebautizado entre el público taurino,  como "El pirata". Por volver a los ruedos, por demostrar que ataviado con un parche, que engalana su mirada, bien puede ser el mejor complemento para su traje de luces, y no desentonar en sus maravillosas faenas.
Retrato del maestro  Padilla
" El pirata "
Obra de José Avelino Alvarez.
Artista charro.
 El centro del ruedo se convirtió en una aglomeración juvenil, que pide a gritos que los toros pervivan por mucho tiempo, y si las empresa taurinas escuchan sus plegarias, y les hace asequible o rebaja el precio de las entradas a los distintos espectáculos, los aficionados a los toros ya veteranos, podremos expirar tranquilos el día de mañana, por sabernos   bien relevados en la pasión, no sólo por el toreo, en cualquiera de sus modalidades, sino también en la admiración por los distintos protagonistas humanos.
Autógrafo de un recortador
a un joven aficionado
Y sin olvidar a los bravos animales que derraman su sangre, y entregan su vida por una pasión, la taurina, heredada de padres a hijos, desde tiempos inmemoriales....
                   ¡Ojalá, así sea....!

Nota: Relato dedicado a  todos los aficionados Tauromaquia, que bien acompañan a los más pequeños, no sólo a los tendidos, sino también a los "medios" para conocer a los protagonistas que se juegan el tipo cada jornada de la temporada taurina,como también aquellos progenitores que les llevan a las Escuelas de toreo, no sólo en nuestra España, sino también en Francia, así como a los aficionados del otro lado del charco atlántico, que aunque nos separe en la distancia, nos une en la pasión por el mundo del Toro, y todo su entorno, desde su cuna en la finca, hasta la misma plaza.

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