184) SAN MARTÍN DE TREVEJO:
~UN LUGAR, PARA RETORNAR~
En estos tiempos modernos que nos contemplan, es muy fácil disfrutar de parajes que embelesan sin la necesidad de desplazarnos fuera de nuestro lugar de residencia. Con un simple clic, podemos quedar anodados por una población y su entorno; al divisarlos virtualmente por la pantalla de nuestro apero tecnológico favorito.
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VISTA PANORÁMICA DE SAN MARTÍN DE TREVEJO. |
Como también podemos conocer ciertas características poblacionales y costumbres de sus vecinos gracias a la Wikipedia; y sin olvidar, aquellas web turísticas creadas por los respectivos ayuntamientos de los lugares que nos interesen husmear desde la distancia. Por lo que si usted, al leer estas líneas, le resulta extraño cualquier dato , espero que entienda, que han sido escritas a partir de las conversaciones establecidas con los paisanos que encontré en mi paseo; tras terminar la jornada de conducción a las puertas de una conservera de aceitunas de Eljas(Cáceres). Pueblo vecino a San Martín, y que comparte junto con Valverde del Fresno, un entorno natural de postín, conocido como Sierra de Gata.
Paraje singular, el que conforma la Sierra de Gata, ya sea por sus altas cumbres, que otorgan a la vista el perfecto marco para guardar en la memoria este paisaje, como por la variedad de su flora. En el que pinos, robles y castaños le dan la bienvenida con ese verdor de sus amplias hojas, y que tan agradecido alivio aporta, a quien se adentra por los senderos e incluso por los vestigios de las antiguas calzadas romanas que anuncian los hitos turísticos que se encuentran por el casco urbano de San Martín de Trevejo.
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LA SIMPATÍA DE LOS VECINOS MAÑEGOS
"ENAMORAN" AL RECIÉN LLEGADO. |
Las vistas contempladas a medida que usted se va adentrando en este territorio limítrofe con Portugal puede suponer una distracción mientras conduce. Por lo que le sugiero, que cuando circule por estas carreteras sinuosas, no tenga prisa, y mucho menos, se deje hechizar por el encanto de este enclave natural, que le puede recordar, a algunos de los contemplados en el Principado de Asturias. Si no es capaz de sucumbir a la tentación de apartar su mirada de la carretera, ¡hágalo por favor¡ en cualesquiera de los miradores o zonas habilitadas para hacer una pequeña parada en su viaje de llegada a estas tierras de la noble Extremadura.
Quizás escriba esta sugerencias de conducción porque un conductor de caravana, ensimismado por las vistas, le faltó poco para chocar contra mi camión, en una de las innumerables curvas de la carretera de acceso a San Martín; una vez que el turista abandonó la carretera que enlaza Ciudad Rodrigo(Salamanca) con Extremadura a través del Puerto de Perales.
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CONTEMPLAR COMO EL DIA BUSCA SU LETARGO
CAMINO DE PORTUGAL, NO TIENE PARANGÓN. |
No sólo puede acceder desde la provincia salmantina a este bello pueblo, sino que también lo puede hacer por la provincia cacereña; desde Moraleja , tomando la carretera de Cilleros, puede llegar a este destino de ensueño contemplando distintas panorámicas encantadoras.
A medida que vaya avanzando kilómetros, distintos hitos turísticos le informarán de las distintaa alternativas de ocio que usted puede disfrutar por estos lares. Desde casas rurales, picaderos de caballos, y experiencias más atrevidas, sobre quads y bicicletas.
Una vez que se haya apeado de su vehículo, al iniciar su paseo por cualquiera de los caminos que rodean a este municipio, podrá escuchar los sonidos de los riachuelos que tanta vida aportan a este lugar. Como también podrá retrotraerse a aquellos tiempos en los que las esquilas de los rebaños le hacían permanecer expectante al paso de la comitiva bobina por el medio de su pueblo; tanto al salir en pos de los pastos, como al regresar a sus establos. Las ovejas de esta tierra aprovechan los pastos entre olivares, cuyos fruto ya anuncia la inminente campaña de recogida de la aceituna. Comenzando a mediados de Septiembre, siempre y cuando las condiciones meteorológicas y del fruto animen a los olivareros a iniciar una labor que aporta mayor vida a cooperativas, parcelas y caminos.
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LA AGRICULTURA Y LA GANADERÍA SON LA FUENTE DE INGRESOS DE MUCHAS FAMILIAS. |
Quien sabe si su inquietud, le hace deterner su paseo ante la contemplación de restos antiguos de construcciones; mimetizados por los zarzales y la distinta vegetación del lugar por donde pasee. Pues bien, en mi camino hacia San Martín, observé una construcción granítica a la vera del riachuelo que entona esa melodía que a tantos hechiza en su apacible discurrir hacia algún río de mayor cauce. Según me informaron unos vecinos que por allí pasaron, se trataba de un antiguo molino.
La presencia de zarzas frondosas, y la indumentaria veraniega, nada propia para intentar abrir sendero, impidieron que pudiese tomar alguna instantánea más cercana de aquellos vestigios pétreos. ¡Cómo los zarzales no me permitieron llegar hasta el antiguo molino, su fruto bien que alimentó la vista de este camionero avenido a aventurero por aquellos lares extremeños..! ¡Y cómo no! La nostalgia de aquellos tiempos de niño en los que la recogida de las moras resurgió en mi memoria. No pude evitar recordar como grandes y pequeños, pertrechados de una cazuela metálica o bolsa de plástico, caminábamos desde el pueblo hasta la zona de los huertos, dónde sabíamos que el dulce fruto crecía para satisfacción de pájaros y humanos. Porque si no se andaba listo, las aves daban buena cuenta de las moras, antes de que el humano la degustase a pie de zarzal o ya en su morada en un cuenco repleto de leche. Bien lee usted, porque nuestras madres y abuelas, aderezaban con leche, las moras recogidas en tardes de sonrisas y algún lamento por descuido ante la zarza, que a su manera prestaba resistencia para evitar el saqueo de su tentador fruto.
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EL CONTEMPLAR A SU CRISTO
IMPONE SOBREMANERA. |
Perdone el lector, que ciertos recuerdos alarguen su lectura, pero la soledad en el paseo de este camionero, hace que busque compañía en sus recuerdos de infancia.
Defraudado por no poder indagar en las ruinas del antiguo molino, prosiguí mi camino; picando hacia arriba, por lo que se hacía conveniente ralentizar el paso para afrontar la subida sin llegar al agotamiento. A medida que la cota del camino se iba coronando, una ermita, en primer término, y un antiguo convento componían una armoniosa estampa aledaña a San Martín de Trevejo.
La ermita había sido levantada en honor al Santo Cristo; cuya imagen puede usted contemplar por la pequeña ventana enrejada con la que cuenta la puerta de entrada. Lo que hoy se denominaría como "mirilla".
Créame si le digo, que a la hora en la que el Sol va buscando su Poniente, el mirar por ese pequeño resquicio, impone. Sobre todo, al contemplar el haz luminoso del atardecer, que a través de la ventana del muro, busca en el interior de la Ermita, reflejarse en el costado de la imagen del Cristo. ¡La escena hace meditar y mucho..! Sea por las velas encendidas por los lugareños devotos, como por el crepúsculo que envuelve al Crucificado. No es extraño, que el peregrino ocasional que por la ermita pasee, no abandone el lugar sin rezar una salve. Ya sea por la imagen contemplada, como por la incitación labrada en una piedra colocada a la entrada del lugar. Estoy seguro, que muchos de quienes por allí paseen, recitan la oración a pies juntillas para que el Crucificado soporte las "fatigas" infligidas por la vida.
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EN LA PUERTA DE LA ERMITA DEL CRISTO, EN LA
FALA MAÑEGO SE LE INVITA A REZAR
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En los aledaños de la Ermita del Cristo se encuentra la Hospedería Conventual de Sierra de Gata. Un antiguo convento reconvertirlo en un Hotel. El cual dispone de spa y piscina al aire libre. Permite las visitas del turista ocasional. Quien saldrá de entre sus muros, con el anzuelo bien mordido, de querer retornar al remozado convento, acompañado de sus allegados para reencontrarse con el sosiego perdido.
No se preocupe el senderista, paseante o turista, si se la sed le asedia en su peregrinar por estos lares; pues a la vera del venerado lugar dispone de una fuente, y en el casco urbano de San Martín, dispondrá de unas cuantas. Que le deleitarán en la contemplación de distintos caños en otras tantos rincones de este pueblo de ensueño.
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5 PESETAS ERA LA SANCIÓN POR LAVAR EN LA
FUENTE DE LA CALLE DEL CONVENTO. |
En cuyas pilas, en su día ya se prohibió hacer la colada por una irrisoria cantidad de dinero actual; pero que en época en la que fue exhibido, debió suponer una elevada multa para los humildes gentes que vivían de la agricultura y la ganadería. Algunos de estos caños aportan el líquido elemento en las pilas donde antaño acudían las mujeres de la época a hacer sus coladas. Una lavandera eternizada en bronce rinde homenaje a todas aquellas gladiadoras del hogar que se dejaron sus rodillas y nudillos para conseguir que las vestiduras de sus seres queridos quedasen inmaculadas, libres de suciedad acumulada por el trote diario sobre caminos y calles que nada tuvieron que ver con los actuales.
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PILAS Y ESCULTURA QUE HOMENAJEA A LAS
ANTIGUAS LAVANDERAS DE LA LOCALIDAD. |
El recorrido por sus calles resulta tan evocador que distintas fragancias de los productos típicos de estos lares le harán salivar; ya sea, por sus quesos, miel, aceite y distintos productos chacineros, que tan bien se curan por estos lares durante el frío invierno serrano. El visitante podrá quedarse anodado en su paseo por las calles estrechas del núcleo urbano; ya sea, por las construcciones de las viviendas en madera, como de la rica ornamentación floral con la que las doñas de las casas adornan sus balcones, ventanas, y el largo de su fachada con maceteros de distintos tamaños.
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DISTINTAS TIENDAS OFRECEN AL TURISTA LOS PRODUCTOS TÍPICOS DE LA ZONA.
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¡No se preocupe si el desgaste de las suelas de sus zapatos le pide descanso..! Porque en este pueblo encontrará multitud de "lanchas" o "empedraos". O lo que es lo mismo, asientos en forma de grandes piedras localizados a la puerta de cada hogar mañego; donde los paisanos y recién llegados pueden sentarse para descansar y buscar ese fresco que aporta la morfología estructural de este paraíso extremeño. Al que se añade la humedad aportada por los innumerables regatos que discurren por sus calles. Canales que recogen el agua procedente de la sierra, y que buscan con su discurrir tranquilo, la desembocadura en los riachuelos que rodean a Sa Marti de Trevellu.
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LANCHAS O EMEPEDRAOS. EL MEJOR ASIENTO PARA LA CARABA VECINAL. |
¡Cachis, disculpe el lector que se me haya pegado el habla de este pueblo..! !No me extraña...! Si es que tanto poner el oído en conversación ajena de los vecinos con los que encontré, a medida que avanzaba en mi paseo, y leer las placas que nombran sus calles, tiene sus consecuencias. Porque he de advertirle que en esta localidad se habla un dialecto conocido como la "Fala mañego". Un dialecto acuñado en este pueblo por los moradores gallegos que por aquí emigraron, que junto con la cercanía de la frontera portuguesa consiguieron enarbolar unas palabras que engarzadas con el dialecto extremeño, moldean unas conversaciones armoniosas para el oído foráneo. Provocando en el recién llegado sensaciones contradictorias, pero sintiéndose un privilegiado por estar entre estas humildes gentes. Quienes no tienen recato a la hora de responder a ciertas dudas del extraño, y cuya simpatía, ya la quisieran algunos moradores de las mega-urbes.
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EL AGUA Y LAS FUENTES APORTAN SU ENCANTO A QUIEN PASEE POR S. MARTÍN. |
Callejeando por este pueblo, el peregrino turista puede quedarse maravillado por cómo las mujeres de este paradisíaco lugar decoran y amueblan sus hogares. Ya que, si usted pasea en tiempo bueno, sus casas las mantienen abiertas. Con sus puertas de par en par, que se diría en mi pueblo. Pudiendo vislumbrar en lo que en otros hogares es el recibidor, en algunas casas de la zona antigua de San Martín, es el salón de estar, comedor y cocina. Tres estancias aunadas bajo el mismo techo. Componiendo en la misma escena una verdadero santuario para los nostálgicos de otros tiempos. Ya que los muebles modernos que dibujan una cocina actual, se ven relegados en protagonismo, por aquel escaño que hace muchos años era el sofá donde descansaban los moradores.
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LA ORNAMENTACIÓN FLORAL ENGALANA LAS CALLES Y PLAZAS DE S. MARTÍN. |
Sin olvidar, a los distintos utensilios empleados por las gladiadoras para sus quehaceres cotidianos de estos hogares construidos en madera, y cuyas vigas centenarias extraídas de los bosques aledaños, soportan la segunda planta de estas edificaciones que dotan a San Martín de una morfología estructural de ensueño.
No quiero dejar de reseñar la impresión que me causó su Plaza Mayor. Y sobre todo, cómo los lugareños buscan su particular oasis para el humedecimiento del gaznate. Sin olvidar, esa mesa que aune a su familia o cuadrilla para dar rienda suelta a la "húmeda" en chismorreos y conversaciones.Permita el lector que emplee el término de "cuadrilla" muy utilizado en le País Vasco para denominar al grupo de amigos que se reúne para tomar el vermut, picar algo, o ir de piscolabis. Pues por estas calles, me encontré con varios "súbditos vascos" que han encontrado en el pueblo de sus antepasados un lugar tan privilegiado, como para permitir que sus pequeños chapoteen coratos(desnudos) en los regatos que recorren sus calles. Por lo que no se extrañe, que en vez de responder a su saludo con un "Hola" lo hagan empleando su famosa expresión:"Apa".
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EN S. MARTÍN DE TREVEJO USTED PUEDE TOMAR ALGÚN TENTEMPIÉ BAJO EL AYUNTAMIENTO. |
Volviendo al lugar donde los lugareños y visitantes se reúnen para tomar algo, me gustaría reseñar, que lo pueden hacer en cualquier época del año. Ya que ataviados con las galas correspondientes a las inclemencias estacionales que rigan en su visita, los veladores de este pueblo extremeño no necesitan de sombrilla. Ya que, el edificio del Ayuntamiento, les puede cobijar del calor estival, como de las lluvias primaverales. Y si no me cree observé la foto, y se dará cuenta que algunos vecinos toman sus víandas servidas por abnegados camareros en los soportales que embellecen esta localización tan privilegiada.
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LAS FACHADAS MAÑEGAS NO DEJAN INDIFERENTE AL TURISTA. |
Es hora de ir tecleando el final de este extenso relato en el que intentado contagiarle, mediante su lectura, mi enamoramiento por San Martín de Trevejo. Un lugar, en el que el paseo te hace rememorar y fantasear entre sus calles, sin olvidar, que en su entorno, uno puede practicar todo tipo de aventuras y actividades deportivas.
Regresando al mudanal ruido, relajado y con ganas de retornar al pueblo donde la fala, sus gentes y su hospitalidad, sin olvidar, sus viandas, le harán sentirse un auténtico privilegiado...
¡ Palabra, de camionero...! Saludos.