Pregunta muy recurrida, en distintas situaciones de una vida, por determinadas personas que pretenden acceder al mandamás de turno para recibir información privilegiada de un suceso, acto o celebración.
Esta tarde, a eso de las 19.00 horas, un país, España, estará pendiente del televisor, ya sea en el bar de tapeo del barrio, en la terraza de la población de escarceo, y sin olvidar a la televisión preferida, por comprada a capricho, de cada familia, sea mono o "biparental".
Y todo para presenciar la disputa baloncestista entre España y Lituania. Dos equipos, que han conseguido llegar a la Final del Eurobasket, aupados por dos aficiones, que sin tan numerosas como las futbolísticas, arrastran fervientes seguidores; quienes hoy se verán respaldados por el abuelo, la abuela, el primo, la tía, la suegra y el pariente más lejano de cada español o lituano de a pie de calle. Porque bien sabemos todos y todas, que en determinados barcos no vamos navegando durante el año, pero en cuanto barruntamos que ese "campeador de olas" se dirige a una Final, todos queremos subir a bordo, sin importarnos, si fuera preciso, a que nos descubrieran en plena navegación como polizón, con tal de poder desembarcar en el foco de la atención mediática, y cuanto más y mejor estemos arrimaos a la expedición oficial o al puente de mando, más contentos nos pondremos.
Pero hasta ser descubiertos en la nave del éxito, tendremos tiempo de preguntar quienes forman parte de la tripulación con la que surcaremos los mares de la competición, para poder darles las gracias por tango esfuerzo y sacrificio aunador de sensaciones y sentimientos por unos colores, una bandera, y por qué no decirlo, de un Himno, aún a pesar de que no tenga letra.
Una vez, que ataviados con la uniformidad del forofo ocasional por la final, hayamos investigado a todos los miembros de la "tripulación" que nos acercará a la gloria, al estatus soñado; querremos saber, quien es el "mandamás"; líder"; "faro"; "guía"; "estrella Polar" que gobierna la nave, y las goletas que siguen su rumbo, el marcado para alcanzar el "Olímpo del bienestar triunfal" después de una Final.
Y como toda inquietud busca una respuesta, quizás cuando sepamos que el "oficial al mando" es un catalán, y para señas, de apellido Gasol,nos quedaremos anodados. Seguro que ya le iremos poniendo cara, sin necesidad de que tengamos que esperar a la cena de gala, con la que toda embarcación crucerista ofrece a su viajeros huéspedes, para conocer y ver la cara del "Capitán" al que todos admiramos, aunque sólo sea por su cargo o traje de gala.
Hoy ese "Capitán" no llevará su traje inmaculado de navegante, llevará una camiseta de tirantes, sin galones dorados que reflejen los haces de luz del pabellón de Lille(Francia).
Es la ventaja que tienen los verdaderos líderes, aquellos que no precisan ser intercambiados cada vez que se mude su portador de traje, sea de gala o de combate, porque el aura de Gasol, no le viene de ahora, pues su nombre Marc, ya lo pronosticaba desde su cuna, desde el día de su bautizo, pues en la etimología latina quien lo porta, es un hombre combativo, y evoca al Dios de la Primavera, de la juventud.
Marc, es un español, catalán, y por pacer por laboreo,en tierras americanas, se podría decir que es americano.
Un chiquiillo que todo lo que tenía de grandullón, lo poseía en timidez; la cual, no fue impedimento para que un día, ya lejano, abandonara su España, y Cataluña natal, para ir en vuelo hacia el Oeste, en busca del "Dorado" de su vida. Y bien que lo consiguió, a base de combatir en la mejor competición baloncestista del mundo, por la NBA, que tiene su rinconcito en nuestros informativos, desde que Fernando Martín y otros hasta Gasol, se fueron a hacer las americas, con un balón de baloncesto como única pica.
Su éxito profesional se ha debido a su constancia, al deseo de conseguir un sueño, a base de sudor y lágrimas, sean de tristeza ante el fracaso, pero también de alegría, pies siempre que nos hemos caído con Gasol, nos hemos levantado con él, y junto con sus compañeros, a los que no hay que olvidar, ni dejar de mentar, porque el triunfo de un viaje, no sólo es del medio de transporte en el que se afronta, sino también de la tripulación, empezando por el segundo de abordo o contramaestre, por el Scariolo, hasta el utillero del equipo de navegación, Carlos Romero.
En definitiva, seamos o no forofos, del Baloncesto, esta tarde vamos a disfrutar de lo lindo a bordo del equipo de la Selección Española de Baloncesto, en donde, las ideologías y las "miras" de cada cual, se quedan en la popa, para afrontar con ahínco el iceberg lituano que tenemos a proa...
Seamos rompehielos o un barco de recreo, la moraleja de esta aventura baloncestista tiene que quedar prendida del mástil que soporta la rojigualda, que juntos llegaremos al mejor puerto.. por separado, quedaremos siempre a la deriva...
¡ Tengámoslo en cuenta, por favor!
¡ AUPA ESPAÑA..!
¡VISCA LA SELECCIÓN...!
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