25) " BUENOS DÍAS "
Usted disculpe, por la hora en la que estoy escribiendo este relato, puede usted pensar, que me he equivocado al "dar la hora" que se decía en mi pueblo (Buenos días, buenas tardes, buenas noches, esto es "dar la hora"). Siendo las 22.30 horas, está más que justificada su deducción, pero permita que le explique.
Esta mañana, por ser Sábado, la primera persona que me debía dar la hora, debería haber sido mi esposa, o alguna persona conocida de mi entorno vecinal; pero no, la profesión de camionero, no siempre te sitúa en el lugar que marca el calendario laboral por estar en plena ruta.
A eso de las 6.30 a.m me encontraba aliviando a mis ojos de las legañas noctámbulas, tras el desperezamiento, y refrescando mi rostro junto al depósito de agua, que tenemos los camioneros para nuestro aseo particular en el remolque. Un turismo blanco, aparcó frente a la fachada principal del Restaurante, cuya iluminación nocturna había hecho la imaginaria, para velar mi sueño dentro de mi cabina. De su interior se apearon un matrimonio, y sus dos pequeñas, la de menor edad, dormida sobre el hombro de su madre, no escuchó el lamento friolero de su hermana, pues el termómetro marcaban los 10°C en la capital soriana.
El padre, educadamente, me dio la hora mañanera, no lo esperaba, pues este camionero no puede contar muchas de estas experiencias o anécdotas, pues si en la ciudad donde uno vive es dificil que una persona desconocida te de la hora, en ruta, difícil no es que sea, pero raro, raro, que diría el padre de Julio Iglesias.
El gesto de este padre de familia, fue respondido por este camionero. Iniciamos una breve conversación, en la que pude saber que esta familia viajera, había partido de madrugada desde Burgos, con destino Castellón con el fin de disfrutar de sus vacaciones estivales.
Ha sido bonito arrancar esta mañana mi camión, y observar como este hostal- restaurante tenía a tan temprana hora bastante clientela, y todo por ser primero de Agosto, la fecha predilecta por la mayor parte de los españoles, quienes acuden prestos a celebrar las fiestas patronales de sus localidades de origen, y de paso, disfrutar de unos días de asueto junto a sus seres más queridos.
A estas horas, la familia burgalesa, que me hizo sonreir a primera hora del día, estará disfrutando de la costa levantina por donde también campeó su Cid hace siglos, y quien sabe, si algún día leen estas líneas, se darán cuenta que un camionero desconocido, empezó su jornada de conducción en Sábado, vestido con la mejor de sus sonrisas, y muy agradecido... se echó a la carretera en busca de su hogar, que ya era menester....
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