Así es como me he internado por las calles de este Municipio dormitorio cercano a Valladolid durante dos noches en búsqueda del entretenimiento, y para huir de la soledad que aporta la cabina de un camión tras muchas horas de espera de una descarga que no llegaba en la plataforma de aprovisionamiento de una gran superficie comercial, programada para el mediodía del día 4 de Agosto.
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Iglesia Parroquial |
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"El paloteo" escena tallada de baile típico de Villanubla. Su autor la talló, en vivo, directame sobre la fachada. Se puede contemplar en la Casa de Cultura |
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Contraste construcción tradicional y moderna |
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Ayuntamiento |
Lo que si conocían todas las personas preguntadas por este camionero, que su pueblo se levantó en torno a las canteras donde era extraída esta piedra blanquecina hace muchos años.
La materia prima pétrea era utilizada para la preparación de elementos constructivos urbanos, fuesen bloques para aceras, adoquines y como elemento principal de sus fachadas. Pero la gran mayoría de las toneladas extraídas eran transportadas hasta la cementera de Zaratán, pueblo a medio camino entre Villanubla y la capital de Castilla, según me narraron varios vecinos jubilados.
Pasear por estas calles, amplias unas, estrechas las menos, invita al turista a regresar con su memoria a tiempos de niño.
Y si eres aficionado a la novela histórica, el eco producido por contacto de la suela del zapato o chancla al dar el paso sobre el adoquinado en la soledad de la noche invita al paseante a jugar con la imaginación. Debo reseñar, por anecdótico, que me encantó adentrarme por las calles más estrechas pensando que habría salida, pero no, resulta que en este pueblo sus calles mueren en distintos rincones, que bien hacían pequeños patios, que llamamos en mi pueblo, conformando un lugar idílico para sentarse a la puerta de casa, dejar a los chiquillos tranquilos a su libre albedrío, por saber que salida sólo había una; y sin olvidar la tranquilidad y el silencio que aporta a la morada de cada cual, el saber que el pulular callejero "pasa, que no entra"...para echarse mejor siesta de pijama y orinal.
Las puertas de las traseras de las casas, construidas hace muchísimos años en madera, con sus dos amplias hojas soportadas por amplias bisagras de hierro, sus aldabas, y las argollas en la esquina de la tapia dan muestra que este municipio no sólo vivía de la cantera, y que los caballos, burros, mulas fueron perfectos aliados para distintos trabajos de arrastre cantero o agrícola.
El homenaje a los carreteros de aquellos tiempos bien se puede observar en el nombre de una las calles de su polígono industrial. Según he podido averiguar la pasión por los caballos ha vuelto a resurgir entre varios vecinos de la localidad, quizás tenga algo que ver en ello, la escena que contemplé al ver pasear a varios hombres alguna collera de galgos; y quien es aficionado a la caza, y a las carreras de galgos (pues esta tierra, la vallisoletana celebra en distintos municipios los Campeonatos de España de esta especialidad cinegética)bien conoce que el caballo es el mejor aliado para asistir en primera línea y como espectador de lujo a la refriega correril entre la liebre y el galgo.
En alguna de sus calles ciertos detalles arquitectónicos como son las puertas elevadas en algunos inmuebles, recordaban a este camionero de pueblo salmantino agrícola y ganadero, que en su día fueron empleadas para el almacenaje de la paja. Así me lo confirmó una señora oriunda de Villanubla mientras hacía un alto en su paseo nocturno cogida, como mandan los cánones antiguos del brazo de su marido.
Un detalle que inducía a hilvanar la historia de este pueblo, era los adornos metálicos utilizados como rejas de protección en las ventanas, que engaña al recién llegado, por pensar que podían pensar que eran diseños de forja, que lo fueron, pero para un uso distinto al actual, el de proteger del hurto a los moradores, pues eran ruedas metálicas de aperos agrícolas (fuesen carros o maquinaria propulsada, en aquella época, por la fuerza equina en desuso hace ya muchos años) que fueron "recicladas" al modernizarse la maquinaría empleada en la labor de la tierra, cerealista por estos lares.
Alguna pieza se puede encontrar, como por ejemplo, lo que parecía ser un cultivador de arados o amontonador de paja. Cuya estructura oxidada, equipada con su asiento correspondiente invitaba a imaginarse al labriego azuzando al tiro de caballería para realizar su labor.
Algunos inmuebles antiquísimos han sido reutilizados por los ciudadanos para reunirse bajo techo, y dar nombre a su peña. Y por lo que he podio comprobar son muchas las peñas, que en pocos días se tendrán que poner a limpiar sus locales, por ser a principios de Septiembre sus Fiestas Patronales, y tener tiempo suficiente para bajar a los aledaños de las piscinas, donde a parte de tomarse un baño, bien pueden jugar en el frontón, degustar una carne a la brasa en el merendero bajo una buena sombra; sin olvidar que también pueden echarse al ruedo, y si sueltan la vaca, novillo o toro pueden triunfar cual figura del toreo.
Porque Villanubla dispone de este lugar privilegiado para el ocio, donde se aglutinan estos recintos que bien entretenimiento dan durante el día; y cuando cae la noche, es el perfecto lugar para que las pandillas de adolescentes se escondan en penumbra de la mirada inquisitoria de sus progenitores, sobre todo entre la trasera del frontón y el parque de aparatos de gimnasia, que a buen seguro de aquí a muchos años tendrán que usar por prescripción médica, por aquello de estar jubilados.
Esta zona de ocio ocupa lo que fueron en su día los terrenos que buena materia prima aportaron para la elaboración de los adobes, ladrillo cocido y elaborado con paja y barro.
Muestra de este elemento indespensable para la construcción de aquellos tiempos es una foto que aportó como apollo gráfico, de que no sólo la piedra sirvió para dar resguardo a los habitantes de Villanubla.
Contemplando estos terrenos aledaños, en un promontorio se levanta el Aeropuerto más concurrido de la Comunidad, por número de vuelos y viajeros, en donde, allá por 1988, concretamente el 1 y 2 de Julio, el avión supersónico "Concorde" realizó cuatro vuelos a Canarias para trasladar a viajeros premiados de Castilla, por ser socios de la Cooperativa azucarera Acor.
Quién le iba a decir, por aquel entonces, a un niño de doce años, que vino a ver aterrizar y despegar aquel "avance superveloz" de la aviación, en una excursión de su colegio, que 27 años después iba a estar escribiendo un relato sobre Villanubla en la cabina de su camión...?
Dicen que el destino está escrito ¡No se si será verdad..! Por sí acaso yo dejo para la posteridad virtual esta loa a este pueblo, municipio o ciudad, el cual sin tener castillo visible, sus moradores no olvidan que en sus tiempos existía una muralla, de la cual queda algún vestigio. Consulte algún vecino, cómo y por donde llegar al lugar que ellos conocen como "el castillo". A poder ser vaya usted al atardecer, porque podrá contemplar desde el ocaso del día que bien le conformará una imagen de esas que llaman "de postín" porque aunque usted no lo crea Castilla, con su llanura predominante, también enamora, dependiendo desde que perspectiva la domine, la observe... Y le aseguro que en el "Castillo de Villanubla" su panoramica no le defraudará.
Volví hasta mi cabina, rememorando como las gentes a las que asalté con mis preguntas curiosas, me han tratado de maravilla, y encima con simpatía... Ya fuese en sus bares, paseando o en las mismas puertas de sus casas por estar al fresco de una noche de verano, y por cómo me hicieron olvidar el desasosiego provocada por una descarga retrasada...dándome compañía y mejor charla....aunque sólo fuese por un pequeño espacio de tiempo....pero el suficiente como para horadar un reservado en el archivo de la memoria viajera de un camionero solitario....
¡Mil gracias!
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