10) LOS "CONTADORES" Y MERENDEROS
Hace unos días, como bien reseñé en el relato anterior, pude disfrutar de un paseo por el núcleo urbano de Fuentecen(Burgos).
Después de permitir a mi imaginación jugar con mis recuerdos de infancia al contemplar construcciones de antaño, dirigí mis pasos a un pinar aledaño; junto al cual, se levantaban pequeñas construcciones, denominadas por los fontecenenses como merenderos.
Son pequeñas casas construidas en terrenos municipales, en las que las familias del pueblo reunen alrededor de una buena mesa, para disfrutar de la compañía de sus seres queridos degustando las distintas viandas que se preparan en las barbacoas; y cuyo paso de boca, necesita de ser regado con un buen caldo, para que llegue al estómago de cada cual, dejando el mejor sabor posible.
Para ello los vecinos de este pueblo burgalés bien supieron construir hace muchos años, pequeñas bodegas subterráneas, algunas de las cuales, todavía son disfrutadas para el fin por el que fueron socavadas, pues muchas de ellas, ya palidecen por el paso del tiempo, y por estar sus puertas camufladas por las distintas especies de malas hierbas que crecen en su entorno, impidiendo ser observadas por la altura que alcanzan estas plantas invasoras
. Para acceder a estas bodegas, es necesario bajar hasta treinta y seis escalones, según me comentó un vecino, que disfrutaba de una buena parrilla, junto a su familia. Digo buena, porque la fragancia de carne bien hecha, dirigió mis pasos hasta la puerta de su merendero. Sorprendidos por la visita de un desconocido, no dudaron de acceder a la broma, para que me invitaran a degustar sus manjares porcinos bien adobados y braseados; al final, la educación me impidió continuar con la broma, y allí dejé a aquella maravillosa familia; al amparo del crepúsculo nocturno ya aventajado, por ser las diez de la noche de un Viernes. El buche del camionero no fue agraciado por las ricas víandas, repito que por decoro, pero aquellas personas bien me dieron detalles de esa zona de ocio tan particular, por distinta.
Algunas de estas bodegas centenarias, se las denominan "contadores" por disponer algunas de ellas, de una pequeña estancia o dependencia, tipo recibidor; en donde en los tiempos en los que los caldos o vinos eran envasados, tras el paso de la uva por el lagar en los pellejos, denominados odres(elaborados con piel de cabra, en su mayoría) o tinajas
. Estos envases antiquísimos, eran enumerados, según la cantidad de ellos, y apuntados a nombre de la familia depositaria. Con ello, se pretendía, saber la cantidad de vino que depositaba allí cada familia, para que cuando llegase el tiempo de ser consumido no se llegase a equivoco. Por esta práctica, los vecinos de Fuentecen denominan "contadores" a estas bodegas tan singulares, y que cualquier viajero que se preste puede contemplar en su descanso carretero.
Quizás pueda tener la suerte, de que algún propietario se disponga a bajar a buscar al subsuelo el vino necesario para su parrillada particular, y según me contaron, si se les pide la venia, algunos acceden a mostrar estas salas de curas de caldos de la Ribera del Duero; pero eso, repito, depende de la suerte y de la coincidencia. Aquella tarde- noche la fortuna no estuvo de mi parte.
Un joven de este pueblo, fundador de la web "Terranostrum.es" también me dio algún dato que ha sido utilizado para la elaboración de esta relato. En esta web bien se puede acceder a gran cantidad y variedad de lugares y concertar visitas a bodegas de la zona, y reservar distintas actividades por toda Castilla León. Si te interesa es una página que bien merece visitar, al igual que el pueblo, por Fuentecen, que sin dejar de ser tierra de buen vino, no hay que olvidar, que sus vecinos, son dignos de admirar, por su cordialidad y buen recibimiento ...por lo menos hacia este camionero... Mil gracias.....
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