9) FUENTECEN: PARADA Y FONDA

 Quien guste de leer novelas históricas, el título de esta narración, bien le puede recordar a los lugares donde los viajeros hacían sus escalas en los viajes, por tener fama de buena atención, mejor mesa para avituallarse, y una buen catre sobre el que pasar una buena noche, tras leguas recorridas en montura, diligencias o en el coche de san Fernando.

 Bien se podría definir con esta terminología a este pequeño pueblo burgalés, a escasos quince minutos de Aranda de Duero, en la N-122, en dirección Valladolid, como el perfecto lugar para hacer un descanso en el viaje de cada cual. No hace mucho tiempo, que su área de servicio, dotada de restaurante y gasolinera, fue remodelada en su totalidad, propiciando que los camioneros hiciéramos parada en nuestro camino, para poder disponer de un buen yantar, y un buen aparcamiento cementado, donde estacionar nuestro camión, en el cual, gajes de la evolución técnica industrial, disponemos de nuestro catre tras el asiento de conducción.

 En la jornada laboral de un camionero, las sorpresas están garantizadas, y no sólo en la conducción, sino también si éste se apea de su cabina, puede descubrir y conocer, lugares y personas que bien que le harán sentir acompañado, auque fuese por el pequeño espacio de tiempo, que puede suponer satisfacer la curiosidad que todo viajero debe albergar en su interior; pues el hecho de saber y conocer costumbres y maneras de habitantes de las poblaciones por donde pase le pueden provocar el conocimiento de personas maravillosas.

 Es lo que me ha ocurrido esta tarde, mientras paseaba por el casco urbano de Fuentecen (nombre que evoca a la multitud de fuentes que en su día abastecieron a esta localidad). Sus calles, y edificaciones, muchas de ellas en estado ruinoso, le llevan al viajero de regreso a tiempos de antaño, donde la piedra y el adobe era los elementos principales para levantar la morada de cada poblador. Muchas de estas casas, corrales y parcelas se encuentran en venta.

Quien sabe si el mercado inmobiliario, podrá hacer retornar a los descendientes de los vecinos de este pueblo, emigrantes que buscaron en la ciudad su futuro, dando lugar a que de los 2000 habitantes que llegaron a estar censados en su Ayuntamiento, hoy sólo sean 239 habitantes (fuente wikipedia) o 190 lugareños, según me indicó una vecina, consultada a la puerta de su casa, quien bien debatía con su hija, para incrementar o disminuir el censo poblacional; por aquello de dejar en buen lugar a su pueblo ante el curioso camionero.
 Merece la pena resaltar, de su centro urbano, una fuente circular , donde pude observar a dos adolescentes, quienes pertrechadas con dos jarras de cristal, como recogían el agua fresca manada a través de dos caños; los cuales con su particular cascada, bien que oxigenaban el estanque que albergaban la vida de varias carpas, y distintos peces. Estas niñas, entre risas y comentarios propios de su edad, llenaban sus jarras, las cuales, presidirían la mesa en la que cenarían a posteriori junto a sus abuelos. Según una de ellas me contó, su abuelo le hizo creer en su niñez que en la parte superior de los caños, un alcalde confinó los restos de un pez fallecido, el cual, era su mascota. Por este motivo, cuenta la leyenda (o el cuento del yayo)es por lo que en esa fuente siempre hay peces...Quise confirmar la leyenda, preguntando a otros vecinos, y para mi desgracia( o la de la niña) estas líneas no pueden promulgar en el tiempo esta leyenda o cuento. Pero bien sirve como anécdota divertida y curiosa.

Por curiosidades de este pueblo, unos vecinos, me narraron como su particular "Cristo Corcovado" similar en posición, que no en echuras dimensionales al de Río de Janeiro, que vigila, cual centinela, desde su posición privilegiada en lo alto de su Iglesia Parroquial, como  su brazo fue amputado por un rayo caprichoso en una tormenta del año

pasado. Un año después, ya restablecido de sus heridas, el Cristo con sus brazos extendidos invitan al forastero, a rendir visita, a esta población, cuyos vecinos, acogen y de que manera....tan educada y atenta..

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