lunes, 20 de julio de 2015

12) LOS INDIOS Y VAQUEROS MODERNOS

 Quien va teniendo una edad, quizás recuerde, un juego muy recurrido de su infancia, el de los "indios contra vaqueros". Raro era el niño que no emulara a John Wayne, tras observarlo en las películas de John Ford, famosas en aquella época de nuestra vida, mientras degustabámos un buen pan con una onza de chocolate, observando envelesados los ataques de los apaches contra los fuertes, sin olvidar, cuando acudía el Séptimo de Caballería al rescate, con su trote al son de la corneta. Perdíamos el culo, con perdón, cuando al acabar nuestros deberes, el salvoconducto de nuestra madre, nos permitía salir pertrechados con nuestra pistola o fusil a la calle; en busca de nuestros amigos, al lugar indicado para la batalla, ya fuese una casa derruida, o un paraje que propiciase la evasión y búsqueda de quien le tocase ser indio.
 En fin,
aquellos años ya pasados vuelven a nuestra memoria, y las escenas o juegos se agolpan en la punta de nuestra lengua, para volver a darles vida al contemplar en la actualidad ciertas imágenes o escenas. Es lo que me sucedió ayer Domingo, mientras realizaba con mi compañero de ruta de Btt, un circuito cercano a nuestro domicilio.
 Según pasábamos por una urbanización abandonada a mitad de su construcción por efecto de la crisis del 2008, observamos que entre las paredes de los esqueletos de los chalets proyectados sobre el plano, que no terminados, varias personas, equipados con lo que desde la distancia, parecía una escopeta, y uniformados cual furtivos, nos hicieron pensar que eran cazadores en busca de algún conejo. Pero por ser fechas no aptas para la apertura de la veda, la duda nos hizo aminorar nuestra marcha; pudiendo observar que eran demasiados los hombres militarizados que pululaban por entre los edificios inacabados.
 La sorpresa fue mayúscula, al percatarnos que esta pandilla de amigos estaban desarrollando un juego de guerrillas, ataviados cual militar de elite, y con armamento que bien se parecía, y hacia confundir al legó en la materia.
 Su juego, se denomina, airsoft, y consiste en buscar al enemigo, a través de un plan perfectamente estudiado en los preliminares del juego por sus participantes. Sus armas, están provistas de cargadores con munición, que sin ser de plástico,  a vista pronto, parecía galvanizada; por lo que no es de extrañar que estos "vaqueros o indios" modernos, utilicen para sus enfrentamientos, protecciones de cara y ojos, con gafas de seguridad, para evitar daños colaterales, digamos desmesurados tras su juego.
 Uno de estos soldados aficionados, se acercó a donde nosotros permanecíamos parados. Se debe reconocer que a medida que se acercaba, su uniforme y armamento bien daba el pego, porque bien parecía un militar en toda regla. Sus armas, no sirvieron para que esta persona, no resultase cercana, todo lo contrario. Amable y simpático nos aleccionó, tanto a mi compañero de pedaleo, como a quien escribe; dándonos todos los pormenores de la "misión" que estaban representando, por no decir, ejecutando. Sus explicaciones, parecían ser de un profesional, más que de un aficionado a jugar a pistoleros modernos, quedando anodadado al escuchar tanto detalle guerrillero.
 En fin, la apariencia de aquel hombre, por parecer ya maduro, bien hizo recordar a este camionero, que los hombres seguimos siendo niños, mal que pese a nuestras señoras o señoritas, si todavía son casaderas. Porque está claro, que los indios y vaqueros no han pasado a mejor vida...todo lo contrario... han evolucionado en el tiempo armándose hasta los mismos dientes, con armamentos de última generación, que bien le hubieran venido al mismo "Dioni" para parecer Rambo, que no un guarda jurado....La verdad, que como espectador bien mereció la pena....quien sabe si en un futuro, retomaremos las armas, mi compañero y yo...?

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