13) ¡LA PÉRDIDA DEL MIEDO!
Recuerdo que cuando viajaba de pequeño con mis padres en su Citröen Dian 6, cada vez que mi padre se incorporaba a una carretera, y observaba que se aproximaba un tráiler o camión, siempre comentaba:
- <<Vamos a dejarle que pase, que es más grande que nosotros, y nos puede hacer daño>>
Estoy seguro, que aquel niño de ayer, hoy camionero, no fue el único que observó y escuchó la conducta tan precavida de un padre, antes de poner en riesgo la integridad de su familia, y no incorporarse antes del paso del camión, para ganar un minuto a su viaje.
Al igual que mi padre, mostraba su precaución en las salidas de los cruces, la tenía también a la hora de adelantar a estos colosos rodantes, esperando a que su conductor, le indicara con su intermitente derecho, que bien podía iniciar la maniobra de adelantamiento sin temor alguno, pues no venía ningún vehículo en el sentido contrario. Mi padre, comenzaba su adelantamiento, y al tiempo que completaba la maniobra, piteaba al camionero para darle las gracias, o sacaba su mano por la ventanilla; acciones que el camionero agradecía con un bocinazo de las trompetas que coronaban su cabina, provocando con ello, la sonrisa generalizada en todos los miembros de mi familia.
Aquellos gestos, por desgracia, han pasado a mejor vida, quizá porque los recuerdos siempre provocan nostalgia, y a quien vivimos en la carretera, como somos los camioneros, aquellas acciones de respeto y educación mutua entre conductores de vehículos diversos, se las eche en falta cada vez con más frecuencia.
Quién sabe si la causante de esta pérdida de respeto hacia los "grandes" se vea motivada por la proliferación de las autovías, las cuales han relegado a un uso viario secundario a las carreteras convencionales de toda la vida.
Desde la experiencia que me aportan los cerca( si no los he superado ya) de los 2000000 millones de kilómetros recorridos en mi vida profesional, después de veinte años como profesional, he llegado a la conclusión, que a medida que los usuarios ha utilizado las autovías para sus desplazamientos, su ego conductor ha ido in crescendo, olvidando en algunos casos, hasta ciertas normas del Código de Circulación; como por ejemplo, la que manifiesta el facilitar la maniobra de adelantamiento al vehículo precedente.
Desde que soy camionero, he observado como al aproximarme a otros camiones en una autovía, el hecho de indicar con mi intermitente izquierdo el cambio de carril, implica que el conductor del turismo que me sigue a una distancia considerable, automáticamente ponga el mismo intermitente que yo, aumentando su velocidad; es decir, que mi acción manual, conlleva la acción del pie accionador del acelerador, por meter prisa a su vehículo; hasta tal punto, que cuando mi camión ya ocupa parte del carril izquierdo, en algunos casos, me haya visto obligado a dar el volantazo, cuando no a abortar la maniobra de adelantamiento, dando el volantazo hacia la derecha, o frenar en demasía; porque el conductor del coche, haya decido, que para que adelante yo, adelanta él a los dos camiones; no siendo que sus objetivo o planning viajero se vea alterado, por facilitar que un camión de gran tonelaje, pueda adelantar a un compañero que transporta mayor tonelaje.
Esta actitud, digamos imprudente, nos molesta a la mayoría de los camioneros, pero lo que más nos indigna es la observación de ciertos comportamientos, de algunos conductores, que no se dan cuenta, que en la mayoría de las ocasiones que accionamos el intermitente izquierdo, es para indicar la presencia de un vehículo averiado en el arcén
, cuando no la estacionalidad temporal de maquinaria o vehículos de conservación, lo que implica el estrechamiento de la calzada próximo. Son muchos los accidentes que se han provocado, por querer hacer prevalecer el: " y yo puedo o corro más que tú " llevándose por delante, sea la señal de obra(vehículo que adelanta), cuando no, del vehículo estacionado en el arcén, por aquello de esquivar al vehículo que imprudentemente se situó entre la mediana y el tráiler, provocando que el camionero, en un intento de evitar la colisión o el aplastamiento, se viera en tal texitura.
En definitiva, la ventaja que aporta al camionero de tener un puesto de conducción elevado, y desde el que bien observa ciertos obstáculos en la vía, nada le sirve; porque el accionamiento de su intermitente izquierdo, muchas veces no evita situaciones de peligro, todo lo contrario, las provoca, sea por la prepotencia o exceso de confianza del conductor que va detrás, el cual, olvida que el camionero siempre es su aliado y apoyo, y nunca su enemigo o estorbo en la conducción diaria....por las carreteras de nuestra vida..
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