95) AMADEO, DE LA FABRICA A LA MAR

 Con este título se puede resumir la vida de este hombre, tras 65 años de brega con la vida.

Amadeo, tras su jubilación, disfruta del día a día,
si no en el mar, en su cobertizo.

 Su trabajo, por el que la actualidad cobra su pensión de jubilación, lo ha desarrollado en la fábrica de aluminios Alcoa(Avilés). En esta fábrica, a escasos 500 metros de la margen derecha de la Ría de Avilés se elabora el aluminio. Materia prima necesaria para varios sectores de nuestra industria, entre ellos el de la automoción.

Lingotes de aluminio para su trasformación
en piezas de coches y máquinaria agrícola.

Amadeo se ha pasado más de media vida sufriendo los estragos de las altas temperaturas que convierten en estas dependencias la alumina, mineral esencial con el que se conforma el aluminio en distintos formatos. Ya sean en largos cilindros, como en lingotes. Como fue el viaje que yo cargé para una fábrica de elementos para la industria del automóvil y de los tractores.

Piezas suspensión automóvil elaboradas
en aluminio.

 La alumina con la que se trabaja en esta fábrica asturiana, procede de San Ciprian(Lugo). Desde allí llega por vía marítima al muelle de descarga que esta industria posee en la zona portuaria de Avilés.

Descarga de alumina en Avilés.

Amadeo, me narraba, como los barcos son descargados en operaciones de varias horas de duración, para una vez llegado a la fábrica , junto con restos de chatarras varias, inicar el proceso de elaboración de distintos formatos del aluminio.

Amadeo, ante su torno. Siempre tiene a su mente
maquinando ideas, y llevándolas a cabo.

Pero no sólo este hombre, de complexión delgada, pero atlética al mismo tiempo.
 ¡ Y no me extraña, lo de su fibra corporal..! Porque desde bien pequeño ha trabajado. No se conformó con regentar un bar, que hoy mantiene alquilado frente a la zona de talleres o lugares donde custodia los diferentes elementos y utensilios que se precisan para disfrutar de la pesca en la mar.

Amadeo, con una de sus cañas. Afirma,
que los peces, ya saben mucho, y el sedal
fino es el más idóneo para engatusarlos

En  la puerta, permanece una de sus barcas, sobre un vetusto remolque, con la que la traslada a  la orilla de la Ría, desde la cual, comienza su jornada de pesca. Pasión, la de la pesca, que reconoce ser su vida. Y si usted, estimado lector hubiese tenido la oportunidad de visitar su cobertizo-taller, se daría cuenta que Amadeo, vive por y para la mar.

Amadeo,posa con una de sus barcas. Él las repara
e incluso su pericia le aporta la maña para
 fabricarlas.

 En este, su reducto, a escasos metros del agua del Cantábrico, encauzado para la navegación hacia la zona de operaciones portuarias de buques de distintos calados y barcas de menor tamaño, posee recuerdos y utensilios de una vida dedicada en su tiempo libre a actividades no sólo deportivas, sino también constructivas de barcas de fibra de carbono. Así lo demuestra su torno, en el cual, da forma a sus ideas, con una práctica ganada a base de horas y horas, ha dado forma a multitud de piezas necesarias para la consecución de un proyecto náutico.

Bar regentado en su juventud por Amadeo;
 Hoy lo tiene alquilado.

Esta actividad, la de la construcción de barcas para la pesca, le reportaba ciertos ingresos, como segunda actividad realizada cuando terminaba su jornada laboral intensiva en la fábrica del aluminio.
 Orgullosos ha de sentirse sus familiares por tener al lado a semejante portento de la pasión por la mar. Porque se necesita sentir verdadera devoción para seguir enarbolando la dedicación a un hobby, que hoy, en su retiro, le sirve para pasar horas y horas cerca de la orilla de la Ría... La de Avilés para más señas...
 Gracias Amadeo, por abrirme las puertas de tu cobertizo, donde cañas y demás utensilios relacionados con las pesca, dan fe al recién de llegado, de que fuiste, eres, y serás un apasionado de la mar. Sin olvidar otros menesteres, como la caza menor, y la bicicleta; la cual, colgada del techo, espera que pronto la vuelvas a disfrutar, al igual que lo haces con tus barcas..

Amadeo, ejemplo, de que la mente ocupada,
aporta bienestar al cuerpo...
¡ Y bien que se le nota..!

Ha sido un honor poder toparme con usted, para dejar para la virtualidad de nuestra de, un breve relato de su vida. Porque las gentes sencillas, y sobre todo, trabajadoras, necesitan tener su hueco, para la posteridad en la nube de Internet. Ese mundo tecnológico, que permite conocer en el mundo real a persona maravillosas, quienes tratan a un desconocido, como si fuese de su casa.
¡ Muchas gracias, y espero pronto volver por allí, para disfrutar otra vez, de su agradable compañía, Amadeo...!