104) ALEXIS, EL AUTOPISTA LETONIO

 Desde el Martes pasado, tengo en mi memoria a Aléxis, un joven letonio a quien conocí mientras realizaba el descanso de 45' que exige la Ley de Tráfico en la la gasolinera a escasos 20 km de Zaragoza por la autovía que une la capital maña con Logroño.

Aléxis (28), su mochila dice ser su "casa"
Su guitarra, su fiel compañera que acompasa
sus pasos por carreteras de media Europa.

De repente, al amparo de la claridad aportada por las farolas de la estación de servicio, por ser las 20'00 p.m, pasaba caminando este joven autoestopista.
 Al ser tarde-noche otoñal, la temperatura ya no superaba los 15°C. Su voluminosa mochila, así como la guitarra que le acompaña, su peculiar hatillo de quien se marca un destino para completarlo en su coche de san Fernando, un ratito a pie y otro caminando; sin olvidar, según me narró en una conversación muy esclarecedora, que desde que salió de su morada, también aprovecha el ofrecimiento de cualquier conductor que le ofrezca su vehículo para aproximarlo a su destino.

El joven letonio, asegura las cinchas que
protegen sus pertenencias en su mochila,
para evitar su pérdida con el traqueteo de
su caminar diario.

 En un castellano perfecto, interrumpido por una tartamudez que le emboscaba su locución a ratos, me contó como en España la solidaridad para con este autoestopista es menor que en el resto de Europa. En un intento de hacerle ver que algunas empresas de transporte prohíben a sus chóferes recoger y transportar en sus cabinas a los autoestopistas para evitar tener problemas burocráticos y administrativos ante un posible accidente, le tranquilizó; entendiendo desde ese momento su mala racha, que le obligaba a desgastar la suela de sus zapatillas en exceso.

El valor de algunas personas para conseguir
sus metas, convierte a personas anónimas
en protagonistas de cualquiera de mis viajes.

 El destino de su particular viaje es Guarda(Portugal). En sus escalas por las ciudades y pueblos de su ruta peregrina, hace descansos prolongados, como fue el caso de Zaragoza. Al amparo de la Virgen de El Pilar, en las cercanías de la Basílica que protege a la "Maña negrita" tocó su guitarra para intentar arrebatar a la Patrona de Zaragoza alguna limosna, de algún turista o convecino que se compadeciera del muchacho de tan sólo 28 años. Quizá esa limosna, que iría dirigida a la sufragar la devoción del donante, la Virgen entendiera que mejor donación, imposible.
 Cuando los donativos por sus interpretaciones musicales no le dan para dispendios acude a Cáritas, o cualquier otro organismo que le pueda facilitar algo de comida. Y si la necesidad aprieta, no duda en acudir a cualquiera de los contenedores de basura que encuentra en su caminar diario.
 Ante la pregunta, de su no dispone de hogar en Letonia, afirma que tiene familia, concretamente su madre y hermanos. Su progenitora, según contaba, es inglesa.
 A medida que nuestra conversación se alargaba, y conociendo tantos detalles, decidí que este joven letonio debía incorporarse a la lista de protagonistas de vidas interesantes, sea por su proceder personal, como profesional. Y sobre todo, pensando en la familia de Aléxis, con la proximidad de las Fiestas Navideñas, bien estará que la virtualidad les acerque la situación y localización del joven aventurero. Según comentaba, habla a menudo por vía telefónica, wassap y Facebook. Entienda el lector, que este camionero, en parte, desconfíe, por ser hombre que lleva fuera del amparo de su familia, sea por estudios y profesiones varias, 29 años de sus 39 cumplidos, por lo que mi conciencia se queda tranquila, al publicar la odisea voluntaria de este chico.

No todos los camioneros, podemos recoger
a autopistas en nuestros viajes, por muy mucho,
que en casos como el de Aléxis, nos pese no poder
aligerar sus pasos.

 Afirmaba que su techo, es la tienda de campaña que transporta a sus espaldas; utilizando también lugares y edificaciones abandonadas para guarecerse durante la noche. Estando, hoy Domingo, al amparo del radiador en el hogar que me protege de inclemencias varias, el recuerdo del letonio ha desperazado a mi teclado, con la esperanza de que este chaval, consiga sus objetivos de vida, y sobre todo la ilusión que mantiene de establecerse algún día en Montpellier(Francia)... ¿El por qué...? Sólo él lo conoce, pues no se lo pregunté. ¡Ojalá sus amigos portugueses, en quienes confía lee ofrezcan un trabajo para cubrir sus expectativas aventureras conozcan más detalles de la enigmática voluntad peregrina de un joven letonio, Aléxis.
¡Ojalá pueda volver a cruzarme en su camino, para dejar constancia de que se encuentra en perfectas condiciones...!

 ¡Buen camino, autoestopista, peregrino, aventurero...!