Clemente(45), casado y con dos hijos.
Su vida ha estado auspiciada por el trabajo como encofrador. Hasta que la burbuja inmobiliaria no dio más de sí, condenando a muchos obreros ha buscarse las habichuelas en otros sectores de nuestra sociedad.
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CLEMENTE Y SU PERRO ANTES DE DAR SUELTA A SU REBAÑO. |
Buen ejemplo de ello es este salmantino, a quien no se le cayeron los anillos para seguir aportando el pan necesario a su hogar. No le importó que sus hijos, la primera vez que llegó a casa tras pastorear a su rebaño, le dijese:
- "¡ Papá, cómo hueles....!"
Quienes somos de pueblo, y tratamos con pastores y ganaderos en general, bien conocemos, cómo la fragancia que desprenden antes de asearse, nos recuerda con qué tipo de cabaña trabajan a lo largo de sus arduos días de pastoreo o cuidado en el establo. No es extraño, que para unos niños acostumbrados a que su padre volviera de la obra, le barrutasen enseguida que no venía de clavar puntas para conformar moldes de madera, o montar los modernos caparazones metálicos que permiten a nuestras construcciones ir cogiendo su forma.
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LADERAS, CUNETAS, LLANURA...LARGO DIA PARA CAMINAR GUIANDO AL MILLAR DE CABEZAS |
Si usted habla con Clemente, y le pregunta si retornaría a la obra, le dirá, que, de momento, está muy contento. Aún a pesar de que su salario nada tiene que ver con el recibido como encofrador. Pero sea porque corría mucho peligro a medida que su encofrado iba ascendiendo, como por el ingente esfuerzo necesario para ir moldeando las construcciones, Clemente se manifestaba dichoso por poder pasear delante o tras de su rebaño. Sin jefes tras de su sombra, y encima al aire libre. Se le veía alegre, cómo también orgulloso de su labor para pastorear a casi un millar de ovejas. A las cuales, no ordeña, pues se dedican a la cría de corderos; gestados durante cinco meses aproximadamente. Quedando las madres y sus retoños ovinos en una cerca, mientras sus correligionarias pastan por los campos dedicados al cereal por la zona sur de la capital charra.
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CLEMENTE Y AGUSTÍN. ENCOFRADOR Y ALBAÑIL QUE HAN BUSCADO SU "APRISCO" LABORAL |
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AGUSTÍN POSA ANTE LOS CAMPOS QUE PASTOREA CON SU REBAÑO. |
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TODAVÍA EXISTE QUIEN SE SIENTE ORGULLOSO DE DESARROLLAR UN OFICIO ANCESTRAL. |
Pues ellos se lo pierden, si así fuera, pues como alega Clemente: "Es un oficio como otrocualquiera, y que te permite comer".
Nada que alegar Clemente....
Un honor poder conoceros y trataros por un rato; el suficiente para poder escribir este relato. El cual espero sirva de ayuda para quien no encuentra trabajo. Quizás exista un rebaño que les haga mirar a su futuro con optimismo y alegría. Sea.
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