196) ENTRE PESCADORES ASTURIANOS
Siempre hay motivos para sonreír siendo camionero. Aunque muchas veces la soledad te avasalla, si eres listo, la puedes dar esquinazo. Siempre y cuando abandones la cabina y le des brío a la suela del zapato, te puedes encontrar a paisanos simpáticos del lugar por donde te encuentres.
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CARLOS,ABEL Y LUIS. PESE A NO PESCAR, SE LO
PASARON EN GRANDE A PIE DE RÍA |
Es lo que me ha ocurrido hace unos días, al llegar a Avilés y no poder cargar hasta la mañana siguiente. Encontrándose en Asturias, la demora no resultó ser un castigo, ya que en este nuestro Paraiso Natural, cualquier rincón te puede sorprender. Como así lo fue al pasear en una de las márgenes de la Ría de Avilés.
Eran las 19.30 pm, cuando unas luces o linternas frontales, muy demandadas por los cazadores, pescadores y senderistas, llamaron mi atención. Las portaban varios pescadores; todos ellos de mediana edad.
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CARLOS JUNTO A OTRO PESCADOR
VALORANDO ANZUELOS. |
Como por ejemplo Carlos, un prejubilado que pasa sus días disfrutando de dos pasiones, la moto y la pesca. La caña dispuesta y tirada a fondo; no muy lejos estaba estacionada su moto. Testigo impasible de una tarde noche otoñal poco prodigada en capturas. Ni calamares, ni lubinas, ni chicharros. Pendientes de ellos se encontraba Alex. Caceando, allí lo denominaba este joven asturiano, que tras lanzar y extraer la tirada, sin éxito, dejaba su caña sobre el suelo, acudiendo a donde tenían los pescadores aparcados sus automóviles.
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CAJA DE CEBOS ARTIFICIALES |
En torno a ellos, en una velada agradable, compartiendo unas pipas, narraban días buenos de capturas. Sorprendiendo a este lego en la pesca a la orilla del mar. Por los términos empleados para definir sus artes de pesca.
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ALEX CON SU CAÑA PREPARADA PARA
LA CAPTURA DEL CHICHARRO |
Mientras tanto la actividad portuaria a pie de muelles continuaba en la margen de enfrente al lugar de pesca. Grúas autopropulsadas, con el sonido de la sirena de advertencia de movimiento, llamaba mi atención. Así como las grúas a pie de barco, continuaban cargando o descargando los barcos atracados, con sus motores, prorrogaban un hilo musical muy particular, para amenizar una espera, que no se vio premiada por captura alguna.
Otros pescadores como Víctor, se ilusionaba esperanzado ante las falsas alarmas que se dan en las faenas de pesca a pie de orilla.
La luna llena, en su esplendor, tampoco se comportó, como debería para mover la pesca. Osvaldo, un cubano, que se acordaba de todas las lunas, por no poder capturar ninguna pieza que llevarse a su mesa.
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VÍCTOR PREPARANDO SUS CAÑAS |
Según narraba Víctor, el frío ayuda a que la pesca se prodige entorno al anzuelo...Y el calor, ideal para la captura de la dorada.
Mientras tanto Abel y Luís, con las manos en sus bolsillos, a eso de las 21 horas, ya animaban a recoger a sus compañeros de hobby. Algunos lo hicieron, otros esperaban a que las 23.00 horas se completase la baja mar. Para medía hora después volver a subir. Dos subidas y dos bajadas de marea cada día. Por lo que me dí por enterado, que para pescar en el mar, uno, primero ha de tener conocimientos de Meteorología.
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DETALLE DE CEBOS EMPLEADOS |
Pero no para presentar el espacio televisivo post-telediario, sino para intentar pescar algo cada día que se acuda a la Ría, sin olvidar, al Cantábrico. " Cotos" a donde acuden estos hombres entrañables y amantes de la pesca marítima. Una afición que les ha llevado a conformar una pequeña "familia". Compartiendo viandas para merendar con la Luna como testigo de sus risas y chascarrillos de temática diversa. Que bien aleccionan al recién incorporado de el alto nivel de conocimientos de pesca que bien prodigan a quien le interese afianzar su pasión por esta variedad de pesca.
De los allí congregados, Víctor, era el más pasional, pues completa jornadas maratonianas de pesca. Durmiendo en su coche, el cual, lo tiene bien equipado para avituallarse, como para entretenerse entre captura y captura.
José Ramón, otro de los pescadores, no se resignaba a irse a casa sin ninguna captura. Y eso que la noche se presentaba bastante desangelada en todos los sentidos.
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JOSE RAMÓN EN PLENA FAENA Y ESPERA |
Una tarde noche, que quedará en la memoria de este camionero; quién estando solo durante todo el día esperando carga, al llegar el ocaso, se sintió muy acompañado..
¡ GRACIAS POR ELLO, PESCADORES...!
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