viernes, 23 de diciembre de 2016

203) EN LA CUNA DE: EL PEÑASCAL

 Vino rosado muy demandado en BBC. Se lo escribe un camionero avenido a camarero siempre que le llamen. Por lo que o puedo escribir con propiedad sobre la cantidad de botellas servidas, que no consumidas. Entienda el lector, que el ser profesional de la conducción, conlleva ciertos límites para con el prójimo. Pero he de reconocer que el Peñascal me encanta, incluso el diseño de su botella, resulta atractiva para la vista propia, y sin olvidar, la ajena.
 No le digo nada, el rosado fresquisto contenido en su interior, el mismo que tanto refresca y que relega al tinto en los meses de verano.
INSTALACIONES EN LAGUNA DE DUERO( VALLADOLID)
LA "CUNA" DONDE BIEN SE ARRULLA EL PEÑASCAL.


 Un vino que nació en el seno de la familia de Antonio Barcelo. Un emprendedor que trasladó su fabrica de Málaga, donde embotellaba el vino Sansón, para llegar a Tudela de Duero. Dónde levanto la fábrica que daría renombre al vino rosado por excelencia. EL PEÑASCAL, que en la actualidad, se embotella en unas modernas instalaciones que se erigen en Laguna de Duero. A la vera de la autovía hacía Segovia.
CARMELO. 30 AÑOS AL SERVICIO DEL VINO
LE CONVIERTEN EN DOCTO Y MULTIDISCIPLINAR.
 Corría el año 1987, en la memoria de Carmelo(54) que vio nacer, crecer y macerarse este vino cuando a la edad de 24 años entró a trabajar para esta insigne familia de embotelladores del vino quinado. El Sansón, que tanto Carmelo recuerda, por rememorar a sus mayores ofreciéndole un sorbito. Costumbre de la época, por ser muy recurrida para con sus compañeros de juegos, tras encontrarse indispuestos, tras su juegos por aquellas calles libres de asfalto en sus lugares de origen. Pues según este tudelano extrovertido, se lo ofrecían como reconstituyente en los procesos catarrales. Y muy demandado por generaciones de gallegos para desayunar acompañados de clara de huevo.
¡EL PEÑASCAL, TAN DEMANDADO!

 Conocer a este operario ha sido un privilegio; por ser ejemplo de trabajar con alegría. Como expresa:

   - " Si no vengo contento al trabajo es malo para todo el mundo, desde los jefes, hasta los compañeros, sin olvidar a los muchos camioneros que recepciono al dia"

Un hombre que no estudió, pero cuya locuacidad no deja indeferente a nadie; ya que sus años de abnegado servicio a esta familia de bodegueros y embotelladores, así como el desempeño de innumerables tareas dentro del organigrama de la empresa, le hacen un docto ante legos del sector vinícola.

 ¡Como es mi caso!


CUANDO LA CEPA EN ESPALDERA DESCANSA
EL PEÑASCAL SE EMBOTELLA EN LAGUNA DE DUERO. 
Ha sido un privilegio poder escuchar la narración de los distintos procesos "sufridos" por la uva; desde que llega recién vendimiada, a mediados de Septiembre; para ser pesada en báscula. Y tras ser analizada  en el laboratorio de la embotelladora. Ser prensadas para extraer ese jugo aderezado por una "receta" loada por generaciones varias.

  Medianero el mes de Enero, "El Peñascal" parte en camiones hacia destinos nacionales e internacionales. Cargados con palets que empacan cajas de 12 o 6 unidades de esa botella que tantas generaciones hemos solicitado en convites y ágapes; aún sin estar reflejado el Peñascal en el menú elegido por los cicerones del evento.
CARMELO EN PLENA DESCARGA DE UN CAMIÓN DE
LAS BOTELLAS QUE CONTENDRÁN EL PEÑASCAL. 
 El vino rosado, así como los blancos, se obtienen del mosto la uva tras una segunda  fermentación carbónica; proceso que se le conoce como la "toma de la aguja"; que le confieren ese sabor tan característica tras su paso por las papilas gustativas.

 Un proceso, que tras ser controlado hasta la extenuación por los enológos y distintos empleados, propicia el llenado de 5000 botellas en cajas de doce unidades del Peñascal; y si el formato empaqueta 6 botellas, serán 10000 unidades del rosado por excelencia. En turnos de ocho horas.
Un trabajo abnegado, y al que Carmelo acompasa con ese talento tan agradecido, por ser admirado por estar tallándolo desde que siendo un joven obrero, se puso al servicio de tan humilde caldo. Que no por ser reputado, es repudiado por las clases humildes. Pues bien sabe usted, estimado lector, que cuando nos acicalamos la corbata, y nos calzamos el tacón, el señorío se ampara en nuestra percha...
DE EL PEÑASCAL. HASTA EL DISEÑO DE SU BOTELLA
ENGATUSA A LOS AUNADOS A LA MISMA MESA. 

 Quizás por eso, El Peñascal, sea tan exclusivo....Y sin ser mentando, es muy demandado....¡Por lo rico que está...!

Para ti, Carmelo, van dedicadas estas líneas, al igual que para tus compañeros, quienes tras los muros de la embotelladora, no pierden de vista ese proceso de embotellado, cuyo tintineo acristalado es escuchado desde la explanada donde me has descargado esas botellas, que ya están impacientes por ponerse a la cola...Y poder recibir ese caldo rosado...

  ¡Por el Peñascal...! ¡ El nuestro...!

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