martes, 20 de diciembre de 2016

202 EL CAMIÓN: APUNTALADOR DE VIDA

 Cómo puede ser que al encender el televisor de mi reducta cabina, el medio que me da de comer y con el que transporto las materias primas y aquellos productos terminados, sea  la portada de los medios de información, como un arma letal contra la vida.
LOS CAMIONEROS AUSPICIAMOS SIEMPRE A LA VIDA.
PUES NUESTRO TRABAJO SIEMPRE LA APUNTALA.
  Me niego a aceptarlo a pesar de las imágenes que evidencian una catástrofe en la que decenas de personas han sido arrolladas de una manera intencionada. Dejando, el terrorista(y nunca el camionero) un reguero de sangre y cuerpos mancillados a los mandos de un camión. Para después huir a la carrera; para que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad encontrasen en la cabina, el cuerpo del compañero asesinado.¡ El verdadero camionero, por auténtico! Un polaco y secuestrado en su puesto de trabajo. Sin posibilidad de defensa pues el radical lo mató para utilizar su camión como un arma ofensiva, y nunca, como un amparador de ilusiones y de vidas prójimas.
POR FAVOR, QUE CIERTAS FECHORÍAS TERRORISTAS
NO LES HAGAN MAL MIRARNOS. 
  Es lo que  faltaba a los camioneros para que sigamos sin poder levantar la cabeza y expresar a orgullo:



                    - ¡SOY CAMIONERO...!

 Pues desde tiempos inmemoriales, cuando un camionero ha sido presentado en un sarao, la carencia del pensamiento de su interlocutor, ha sido la del peregrinar hacia los adjetivos: putero, juerguista y vividor auspiciador de malos vicios. Y sobre todo en la perspectiva femenina, carentes a pensar que el dirimir vida no puede ser concebido al lado de un camionero. Pero sí de un piloto de líneas aéreas, un policía, sin olvidar, al médico.

 Profesiones todas, muy necesarias para apuntalar la vida. Dejando al camionero al margen, debido a esas malas famas, las cuales, se pueden comparar a esas guirnaldas navideñas que bien rodean al árbol de Navidad....Pero a diferencia del abeto o pino artificial, el camionero debe soportar esa decoración tan denigradora desde que firma su contrato de trabajo, o decide a iniciar su aventura individual como autónomo del sector del transporte.
AL CONTEMPLAR ESTA ESCENA, ME SIENTO
MUY ORGULLOSO DE TRANSPORTAR ILUSIONES.
  Y desde ayer, día 19 de Diciembre del 2015 en Berlín, junto con el atentado perpetrado por un terrorista en Niza,  han conformado una guirnalda negra sobre un sector ya mancillado por carencia de vida.
Nos queda, a los camioneros, el consuelo de sabernos valorados por nuestro entorno más cercano; conformado por familiares y amigos, sin olvidar a las amigas, quienes nos aprecian y defienden, por ser conocedores de cuánto sacrifico personal asume quien decide ponerse al volante de un camión o tráiler. Por estar fuera del radio de acción de su consuelo y afecto.

 Nada que ver con esos defensores y auspiciadores del uso del terror. Quiénes sentados ante los mandos de un camión aprietan el acelerador circulando por encima de las aceras y avenidas restringidas para nuestros vehículos. Por estar concurridas por familias e individuos inofensivos que van camino de comprar en esos grandes almacenes, tiendas de barrio, así como mercadillos navideños; cuyos propietarios o recepcionistas, a primera hora de la mañana, han firmado esos albaranes que un compañero les ha presentado tras descargar esas cargas tan auspiciadoras de la ilusión y vida individual o colectiva.
CAMIONEROS Y REPARTIDORES ALIMENTAMOS SU
SONRISA...Y LA DE SU GANADO....¡NO LO OLVIDE!
 Por lo que desde estas líneas, espero y deseo que al ver pasar un camión no nos miren con desconfianza, pues nosotros, ahora más que nunca, ya sabemos que nuestra vida no pende sólo de las visicitudes asumidas y afrontadas por estar en carretera, sino que ahora, podemos ser objetivo de quien sin dejar de ser personas, se consideran defensores de causas incompatibles para la concordia humana...

¡Ay, si Adolfo Suarez levantase la cabeza!

EN LA SOLEDAD DE NUESTRA PROFESIÓN CAPEAMOS
DISTINTOS TEMORES Y MIEDOS. ¡ ASUMIÉNDOLOS..!

Se daría cuenta, que la unidad entre los pueblos en los inicios del siglo XXl, ya no será posible, porque los viejos odios, están volviendo a germinar, y con fuerza, por los nuevos líderes políticos.... Quien sin gobernar un camión, bien que transportan el odio por plazas, auditorios varios, platós de televisión, sin olvidar, en el Parlamento o Congreso....

 Con mucha honra, escribo....:

      ¡ SOMOS CAMIONEROS... !

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