lunes, 19 de septiembre de 2016

183) PRESENTES BENEMÉRITOS

 Si usted acude al Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, las acepciones que corresponden a las palabras que titulan este relato, le harán entender, el por qué de su elección para encabezar unas líneas que agradezcan el gesto de los miembros de una Patrulla de Tráfico para con un camionero.
EN LA NOCHE, CAMIONEROS Y AGENTES COMPARTEN
ANÉCDOTAS AL AMPARO DE UN CAFÉ.
 Dos profesiones que las malas lenguas  situan en "Bandos enemigos asfálticos". Pero que en la realidad, no llega a tanto. Y para muestra esta loa escrita para ensalzar el comportamiento de dos Agentes, que tanto dignifica a la Benemérita Institución.

 Espero que las líneas escritas a continuación, sean de su agrado y sirvan para enarbolar esos detalles personales que hacen admirar al ser humano.
 Si "presente" es un regalo entregado a alguien. "Benemérito" es alguien digno de galardón o agradecimiento por una acción. O relacionado con el Cuerpo de la Guardia Civil.
 Pues bien,  no hace mucho tiempo, en mi viaje detuve mi marcha para tomar un café que me despejara en el Hostal Mari Carmen, sito en Matalebreras; localidad cercana a Soria, y por cuyo núcleo urbano discurre la N-122;  "vértebra" principal de la Red General de Carreteras del Estado.
LOS AGENTES DE LA GUARDIA CIVIL NO SÓLO
SANCIONAN, SINO QUE AUXILIAN Y AMPARAN.
  Por ser las once y media de la noche, en la cafetería, sólo nos encontrabamos cuatro clientes. Por lo que pude escuchar a oreja distraída en conversación ajena que uno de aquellos clientes era camionero. Los otros dos, conformaban la patrulla de la Guardia Civil de Tráfico; quienes esa noche, a parte de patrullar por las carreteras correspondientes a su Subsector de Tráfico, estaban dispuestos a levantar acta de cualquier incidencia o accidente vial que se produjera durante su servicio nocturno. De hecho, estaban narrando al camionero que acaban de asistir a una automovilista que había atropellado a un venado. Incidencia esta, que es muy común, ver o sufrir, por estos lares sorianos. Y según comentaban y aconsejaban al camionero, es recomendable contratar en la póliza del seguro del automóvil una cláusula que cubra el atropello de especies cinegéticas. Ya que si el atropello del animal no ocurre en las 24 horas en las que se haya desarrollado  una montería o batida de caza cercana al lugar del accidente, el Coto de Caza no cubre los daños ocasionados. Perdone el lector la inclusión de esta anécdota "vial cinegética" pero creo que es bueno que usted esté al tanto de la contratación de esta cláusula que le hará afrontar, con más tranquilidad sus viajes,  este tipo de situaciones viales demasiado cotidianas, para nuestra desgracia.
CUANDO LA FATALIDAD NOS DESBORDA, ELLOS
SE PRESENTAN, APORTANDO SEGURIDAD Y AUXILIO.
 Volviendo al motivo principal de este relato, he decirle, que aquella conversación entre los Guardias Civiles y el camionero se focalizó en distintas anécdotas vividas en la carretera. Y con el tema de las distracciones tecnológicas como "brazo propiciador" de situaciones actuales de tráfico adversas. Afrontadas y resueltas, no siempre como simples anécdotas narradas en conversación alegre; sino con pesar, por haber contemplado como  la desgracia se había cebado con viajeros inocentes que tuvieron la mala suerte de cruzarse, en mala hora, con un conductor que no entendía de la buena praxis automovilistica a la hora de ponerse a los mandos de su vehículo.
  Incluso el camarero que nos atendía aquélla noche, y quien escribe, entramos en aquella conversación enarbolada al amparo de distintos cafés, servidos para despejar aquellos profesionales que bien  les aguardaba una larga noche de servicio al colectivo ciudadano. Porque nos guste o no, tanto los camioneros, como los Guardias Civiles, reciben un sueldo  por  "aprovisionar y amparar " el buen desarrollo de las vidas ajenas. Y no siempre, cuando la ciudadanía se les encuentra en la carretera, ya sea al camionero o al Agente, se les pone buena cara.¡Todo lo contrario..! Será por aquello, de que tanto los camioneros, como los Guardias de Tráfico, "ralentizamos" su veloz peregrinar por esas carreteras que ya no las conoce ni Dios. Porque si había una cosa en la que estaban de acuerdo ese camionero y los dos Guardias Civiles, es que la vida en la carretera, ya no es tan respetuosa como lo era antes para con el conductor prójimo. Que conste en este acta virtual que yo también me auno a la opinión de estos profesionales que se juegan(nos jugamos) la vida  en cada jornada laboral de nuestras vidas.
LOS AGENTES RURALES DE LA GUARDIA CIVIL DEBEN
SER TAMBIÉN LOADOS POR SU ENCOMIABLE LABOR.
 Allí les dejé, marchándome hacia mi camión.  No tardó el compañero camionero en seguir mis pasos hacia el suyo. Pues la fregona del camarero iba anunciando el inminente cierre del local. Y cuando éste, se encontraba a punto de iniciar su marcha, la Patrulla  se acercó a su cabina. Uno de lo Agentes la abrió y le ofreció algo. El camionero alborozado, se apeó de su cabina, y dio un abrazo agradecido al Agente. El cual,  le correspondió de igual forma. Yo, que había sido testigo de la escena, una vez que se marcharon los Agentes, no pude por menos que preguntar al compañero si eran conocidos suyos. Éste, emocionado, me dijo, que era la primera vez que les veía. Pero que después de mantener aquella conversación de anécdotas varias  al pie de la barra del bar, al despedirse  y darles  las gracias por su servicio; el más joven de los Agentes se había quitado la "galleta" identificativa de su uniforme, y se la había entregado porque vio al camionero muy identificado con la labor de  la Benemérita .
"PRESENTES BENEMÉRITOS" REGALADOS A UN
CAMIONERO POR DOS AGENTES DE TRÁFICO.
  Por lo que el otro Agente, al contemplar el detalle de su compañero, no quería ser menos. Y como tal, le entregó a pie de su cabina, una cinta alegórica de la medida exacta de la talla de la Patrona de la Guardia Civil, venerada en la Basílica del Pilar en Zaragoza.
 Le pedí al camionero, su consentimiento, para fotografíar aquellos regalos, así como para narrar en mi Blog, el bello gesto de aquellos Agentes de la Guardia Civil. A lo que accedió de inmediato. Incluso me dijo que por favor indicara sus nombres.
 Así  lo hago, y si algún día, los Agentes, Huerta y Juan, del Subsector de Tráfico de Soria, leyeran estas líneas, deben conocer que aquella madrugada, emocionaron a una camionero con sus presentes beneméritos, y a quien describe le hicieron sentir dichoso por ser testigo para la virtualidad,  de aquella bella escena carretera que jamás olvidaré. Y siempre contaré, ya sea en un bar, en un parque o donde se tercie...

 ¡Mil gracias Agentes de la Guardia Civil..! Por ser y por estar a la vera de la carretera, por nuestros núcleos urbanos, amparando al ciudadano, sea viajero, ciclista o peregrino...
     
          ¡ VIVA LA GUARDIA CIVIL...!

 Nota: Agradecido quedo al camionero, quien prefiere mantener el anonimato, por darme permiso para poder conformar estas líneas que aúnan, a los Agentes de Tráfico y a los camioneros, en un relato. Dos profesiones que viven por y para la carretera. La cual, cada día ofrece multitud de anécdotas memorables.  Seguro que usted, estimado lector, alguna alberga en su recuerdos para con ellos. Aquí le dejo la mía. Espero le sirva.
               ¡Gracias por su lectura..!

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