domingo, 7 de febrero de 2016

140) DANIEL GUZMÁN: EL MENTOR.

 Ha querido la Providencia que el 30 aniversario de los Premios Goya se haya celebrado en pleno apogeo de don Carnal, donde las caretas y disfraces toman las calles y los rincones de pedanías, pueblos y urbes.
DANIEL GUZMÁN, EN EL MOMENTO DE RECOGER
SU GOYA AL DIRECTOR NOVEL.

 Durante estos días el ciudadano de  a pie, sea ayudado por su ingenio, como por el artículo adquirido en la tienda de barrio,en el chino del polígono industrial, así como de la sección de una gran superficie comercial,  dedicada al mundo del disfraz; puede salir a la calle para dar rienda suelta a ese actor que lleva dentro sin temor a que el agente Local, Nacional o de la Benemérita le asalte en una operación rutinaria de identificación por ocultar su rostro. Es decir, que las calles se convierten en multitud de escenarios que conforman una gran farándula urbana hasta que el Entierro de la Sardina baje el telón hasta el año que viene, si Dios quiere.
 Eso es lo que debe haber estando respondiendo Daniel Guzmán por lo de si Dios quiere, a quien le preguntase si realizaría su proyecto cinematográfico durante los diez últimos años de su vida, al saber que el eje principal sobre el que debía girar su ópera prima contaba con 83 años.
 Bien lee aquel lector que desconozca al tiempo de esta, su lectura, que su abuela Antonia Guzmán, contaba con esa edad cuando su afamado nieto le dijo que iba a aparcar por un tiempo su prolífica carrera como actor, para escribir y dirigir una película en la que ella iba a debutar como actriz. Daniel era sabedor que el tiempo en el cine va siempre en contra del propósito por la dificultad que representa el encontrar la financiación necesaria para culminar cualquier proyecto creativo.
ANTONIA GUZMÁN, LA "ESTRELLA" QUE HA GUIADO
A DANIEL PARA PODER VER CUMPLIDO SU SUEÑO DE
ESTRENAR " A CAMBIO DE NADA".
 Si la memoria no traiciona a quien escribe este relato, en una entrevista radiofónica de RNE esta Señora reconocía que aquel ofrecimiento de su nieto le pilló con el pie cambiado; por estar acostumbrada a hilvanar agujas y dar puntadas con hilo durante toda su vida. La confección ha sido su oficio vitalicio. De hecho el traje con el que asistió a la gala, fue creado por ella, con la ayuda de su hija; ya que su avanzada edad le ha reducido su capacidad visual.
  La Señora Antonia aparentaba en aquella entrevista escuchada en mi camión, desde la distancia que aportan las ondas radiofónicas, ser una mujer de paso siempre hacia delante; no defraudó ni a su nieto, ni al elenco de actores profesionales, pero tampoco al respetable que descubrió a una candidata a actriz revelación.
 El propio Daniel Guzmán(42) reconocía que su entorno le metía prisa sin pausa, por temor que la longevidad de su querida Antonia le jugara una mala pasada, y le dejara con su guión escrito, pero sin abuela protagonista.
LA SEÑORA ANTONIA, EMOCIONADA, AL ESCUCHAR
A SU NIETO DANIEL EN SU LOCUCIÓN TRAS RECIBIR
EL GOYA AL DIRECTOR NOVEL. 
  El destino no sólo ha premiado a su nieto con la permisividad de poder completar su sueño, sino que a todo aquel que conozca la historia de su film "A cambio de nada" descubrirá que su primer trabajo como Director de cine, ha dado alas a una chaval que se acercó al actor mientras este paseaba por la calle para pedirle un autógrafo.
  Su nombre, Miguel Herrán(19), quien ayer al recoger su "Cabezón" que le acreditaba como mejor actor revelación,reconocía que, gracias al ofrecimiento de Daniel para que diera vida a Darío, protagonista del film, su vida encontró el rumbo de la ilusión porque hasta esa noche, en aquella calle, su destino no era visible por la nebulosa que se cernía sobre su talento.
DANIEL GUZMÁN, NO SÓLO ES ACTOR Y DIRECTOR DE
CINE, SINO TAMBIÉN MENTOR POR PARTIDA DOBLE. 
 Mientras sus palabras conformaban un breve, pero intenso discurso de agradecimiento que embriagó a los actores allí congregados, que anoche habían cambiado las tornas, por encontrarse en el patio de butacas; su mentor, por Daniel Guzmán, intentaba digerir la gran cantidad de lágrimas que luchaban por brotar en cascada por sus ojos. Sabedor él, que el mundo de la farándula no siempre premia  el trabajo del recién llegado, no pudo evitar la emoción ante el chaval que decía haber abandonado los estudios hasta que el novel Director le ofreció el trabajo, que hoy le ha motivado para volver a estudiar para conseguir llegar a ser tan buen, sino mejor intérprete que su mentor.
 La "estrella" del premio Goya al Director novel, pues así definió a su abuela Daniel Guzmán, ha sido el acicate para no decaer en su empeño de convertir una idea original con tintes autobiográficos, en una película, que le ha supuesto entregar mucho tiempo de su vida. Ese sacrificio ha permitido que dos caras desconocidas para el público en general, puedan servir de "espejos" en los que deben mirarse aquéllas personas de distintas generaciones. De ese modo conseguirán que el barco en el que albergen sus proyectos de vida no nafrauge...

 NOTA: ¡Enhorabuena a Antonia, Miguel y Daniel, por ser ejemplo de superación ante las visicitudes de nuestra vida...!

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