viernes, 5 de febrero de 2016

138) EL CARTERO:

              <DE LA CARTA AL PAQUETE>

 En mis paseos en espera de la carga había recopilado una serie de fotografías que apoyaran un relato dedicado a una profesión por la que desde pequeñito he sentido verdadera admiración, como es la de cartero.
REBECA, CARTERA VALENCIANA, REPARTE
SOBRE SU MOTO, PAQUETES Y CARTAS EN
EL POLIGONO DE PATERNA (VALENCIA).

 Durante los años que permanecí en el hogar paterno, en aquellos tiempos en los que en los pueblos no se echaba la tranca a la puerta de los domicilios, el cartero no llamaba siempre dos veces a la puerta, por mucho que una película lo sugiriera en su título; directamente la habría y a voz en pecho, gritaba:
 - ¡ El carteroooooo...!
En seguida mi madre dejaba sus quehaceres cotidianos, y secándose sus manos en el mandíl, salía al encuentro del Señor Víctor(porque en mi pueblo a las personas mayores se las trataba de "Señor" y si desempeñaba oficios tan importantes para la vida de un ciudadano como es el del cartero, el "trato" que lo igualaba al cura, al médico y al maestro, no se le descuidaba) en el recibidor de casa, y allí le entregaba la correspondencia fuese o no certificada.
EL BUZÓN DE CORREOS Y LA CABINA
TELEFÓNICA, SIEMPRE ESTUVIERON JUNTOS,
Y NUNCA RIÑERON. ERAN INDESPENSABLES
PARA NUESTRA EXISTENCIA.
 Aquel cartero portaba una cartera mucho más grande que la que yo utilizaba para ir al colegio. Era de cuero, y el logotipo o serigrafía de Correos iba impresa en tinta rojiza . En su mano, portaba un libro de registros donde reflejaba los datos de el destinatario para que éste, en el margen derecho, firmase el conforme tras la entrega del certificado, ya fuese carta de la Administración del Estado, como el paquete envuelto en un papel, a veces de periódico, y "precintado" por un cordel cruzado que confería al paquete una imagen peculiar que todavía algunos no hemos logrado olvidar con el paso de los años.
 En aquellos años de mi infancia, los carteros portaban los paquetes antes mencionados, pero su cantidad no era tan numerosa como lo es en los tiempos actuales. Si usted se fija, se dará cuenta que los furgones de Correos han cambiado sus portones traseros por plataformas elevadoras.
LA EVOLUCIÓN DEL TRABAJO EN CORREOS HACIA
EL REPARTO DE PAQUETERÍA DIVERSA SE PUEDE
APRECIAR EN LA MODIFICACIÓN DE SUS VEHÍCULOS.
Eso se debe a que su trabajo a evolucionado en el tiempo
 En un mundo en el que la carta ordinaria ha quedado relegada para los románticos de nuestra vida, por ser escrita con bolígrafo y papel, sea por personas mayores o por adultos que han renegado de la tecnología virtual para enviar sus felicitaciones o estados de ánimos a través de un emoticono, cuando no en forma de un sms o wassap, que más que un escrito parecen reflejar un código Morse, los  carteros han visto como sus repartos ordinarios se han visto reconvertidos  en un servicio de paquetería de todo tipo.
 Así me lo han confirmado Javi en Huelva, y Rebeca en Paterna(Valencia).
 Dos carteros separados entre sí por la distancia, pero que cada día de su vida portan en sus vehículos de reparto, sea coche particular o moto corporativa,  paquetes y cada vez menos cartas ordinarias.
UN CARTERO REALIZANDO SU TRABAJO DE REPARTO
EN EL CENTRO DE TRANSPORTES DE ZARAGOZA.
  A los dos los abordé en plena calle, mientras realizan sus quehaceres de cartero. Y los dos me respondieron lo mismo, ante mi observación errónea de que su trabajo estaba condenado a desaparecer por la tendencia a mandar nuestros parabienes y felicitaciones en distintas "efemérides anuales" vía virtual.
 Los dos me comentaban sonriendo que gracias a la paquetería sus trabajos se pueden mantener en el tiempo, sin olvidar que los notificaciones oficiales, sean bancarias o gubernativas siguen dependiendo de su mano profesional para ser entregada en tiempo y forma.
 Esas entregas, pueden ser domiciliarias o en polígonos industriales, por lo que los carteros en las grandes urbes pueden optar a ser, permita el lector la clasificación, "carteros de barrio" o "carteros de polígono".  Es decir, que el cartero puede decantarse por un trabajo más "engorroso", como es el de la entrega a domicilio particular; o más relajado, como lo es en las distintas naves que conforman un polígono industrial.
A BORDO DE SUS MOTOS DEREPARTO
LOS CARTEROS UNEN DISTANCIAS ENTRE
LAS CIUDADES Y URBANIZACIONES ALEDAÑAS 
 Quizás el lector se pregunte, qué diferencia puede haber en estos dos destinos. Se lo explico con una  pregunta que le formulé a Rebeca, la cartera valenciana:
 -¿Si su trabajo había resultado más delicado en estos años en los que la crisis económica ha propiciado tantos embargos y deshaucios, y que  se han comunicado a través de su abnegado trabajado del reparto y entrega de esas comunicaciones nada halagüeñas..?
 Ella, me contestó:
 - "Yo llevo en esta profesión 28 años, y en cuanto he podido me he cambiado al reparto postal en el polígono para evitar observar ciertas situaciones domiciliarias."
 Es decir, que de sus palabras he deducido, que su trabajo conlleva el observar "escenas" que resultan ser  difíciles de digerir para el común de los mortales al depositar en mano ese certificado que "invita" a los moradores de un hogar a abandonar un domicilio por el que tanto lucharon hasta que su situación económica les permitió afrontar los pagos; cuando no, se les comunicaba el embargo de algún bien con el que avalaron algún "préstamo alimaña".
CENTRO LOGÍSTICO DE CORREOS EN
EL CENTRO DE TRANSPORTES DE ZARAGOZA.
 Algunos carteros reconocen que en su particular vida profesional han visto a personas derrumbarse tras abrir la puerta de sus domicilios y reconocer la llegada de las malas nuevas antes de abrir el sobre que las contenía. Pero no siempre su cometido laboral les reporta sonrisas apagadas, porque casi todos los días, y sobre todo desde que reparten paquetes, sus destinatarios les regalan las mejor de sus sonrisas por recibir de sus manos ese "bien" comprado a través de internet y por el que tanto tiempo habían estado esperando para poder disfrutarlo.
DIVERSOS VEHÍCULOS DE REPARTO DE CORREOS .
 Pero este tipo de paquetes tienen su doble filo, pues hace unos días, sentando en un bar aledaño a la central de Correos de la capital onubense, pude escuchar, en una conversación entre dos carteros que estaban sentados al lado mío tras su jornada matinal de reparto, el lamento de uno de ellos porque un paquete estaba en busca y reubicación inmediata. Según pude escuchar a "oreja puesta" el protocolo que siguen los carteros o repartidores, desde que el paquete llega en los camiones o grandes furgones en sus rutas entre las distintas urbes es tan pormenorizado y seguido por vía telemática, que resultaba extraño que le hubiera tocado la "china" con un paquete escarmentado del paseo por distintos arcos de seguimiento automatizado. Circunstancia propiciada, permitan la licencia, porque quizás la innovación que nos doblega no es tan efectiva como aparenta. Esperanzado estoy, con que algún día volvamos por nuestros fueros del Correo de toda una vida. Y por el Correos, intenta adaptarse al dirimir de los tiempos. Subsanando los problemas derivados de la técnica....A la que no pierden de vista sus empleados...Para que su envío postal llegue a donde usted lo estime conveniente. Aunque ya no precise ni de arrieros, ni bicletas....Como tampoco carteras de cuero....Pero sí carritos, que no salen a la calle para ir a comprar propulsado por el personal que patea las calles de portal a portal, aquí le dejó un paquete, y en el del vecino un sobre... Certificado o no.... Qué más da...Si Correos y su personal de instalaciones, camiones de ruta nocturna y quienes llaman a nuestro portero o timbre... Estarán siempre a nuestro servicio...El cual sobrevive, reinventándose cada día. Para seguir siendo portador de esperanzas, ilusiones, olvidar, ciertas notificaciones....Que entristecen y mudan el rictus de quien las reciben...De manos de personas, que sin dejar de ser carteros... También padecen y sienten sus alegrías y penas. Un servicio innovado, pero sigue siendo muy humano....
CENTRO LOGÍSTICO DE CORREOS EN HUELVA.

 Como pude comprobar y observar, el trabajo de cartero moderno dispensa sus complicaciones, donde y menos se lo espere el encargado de llamar a nuestra timbre o interfono, porque han cambiado tantos los tiempos, que ya no franqueamos el paso tan a la ligera, ni aunque, nos digan que es el cartero el que llama a la puerta de nuestra morada...
¡ Gracias por vuestro reparto, que no siempre lo podéis realizar en condiciones promulgadoras de la sonrisa optimista, como la que he observado hoy en Rebeca, la cartera valenciana, que reparte sobre su moto la correspondencia por las naves del poligono industrial de Paterna...!


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