lunes, 12 de enero de 2015

4)PROFESOR DE AUTOESCUELA



 En mis tiempos de niño en las listas de grandes éxitos  se escuchaba una canción " Malos tiempos para la lírica" de Golpes Bajos.
 Basándome en el título de esa canción, me gustaría escribir unas líneas sobre una profesión, que aunque no tenga nada que ver con el mundo de la música, bien que se podía englobar dentro de la Cultura, porque desde mi punto de vista toda aquella persona que de lecciones a alguna persona para que ésta pueda adquirir unos conocimientos que le puedan servir para progresar en su aprendizaje es un "maestro", y como tal el profesor de autoescuela, sin pertenecer al Ministerio de Educación y Ciencia, bien ejerce la función que desempeñan aquellas personas que nos encaminan con sus lecciones para que seamos "personas hechas y derechas", que dirían los mayores de nuestra vida.
  Por eso pienso, y sabemos todos que corren malos tiempos para el Profesorado, sea en cualquiera de sus ramas, y como lo mío es la carretera, creo que los profesores de autoescuela no están tampoco pasando uno de sus mejores momentos, debido a la actitud con la que ciertas personas acuden a recibir sus enseñanzas automovilísticas.
  
  Hace unos días mientras paseaba para hacer tiempo a que me llamaran para descargar en Jaén, en una explanada observé como un profesor de autoescuela y su alumno entrenaban las pruebas que son evaluadas en el examen práctico de motocicleta.
 Manolo, desde una distancia prudencial controlaba el tiempo que Sergio (23 años) marcaba al terminar de realizar el "circuito largo" que llaman en el argot, y que consistía en salir desde un punto marcado con la moto, zigzaguear entre unos conos, y tras realizar una aproximación en curva marcada por unos conos, acelerar la moto y dejarla frenada entre unas marcas establecidas al final del circuito.
  Esta prueba la deben realizar los alumnos en menos de 25 segundos; Sergio  paraba el crono en una marca de 24 segundos pero quizá su juventud y ganas de comerse el mundo, le incitaban a realizar cada práctica con un ímpetu por luchar contra el crono, que le granjeaba la réplica desde la observación de Manolo, que le hacía saber que su actitud e interés por bajar la marca personal de su práctica le podía conllevar una caída,  y provocar que sus compañeros de prácticas se vieran imposibilitados a poder tomar sus clases, e incluso perder el turno de examen si la moto sufriera algún daño de consideración que impidiera su reparación en tiempo y en forma. Sergio seguía en su ímpetu por rebajar su marca de 24' 01 segundos, sin importarle que la moto le entrara derrapando en el primer quiebro al cono, y encima se vanogloria de su actitud.
  Como todo tiene su contrapunto, después de Sergio, le relevó en las prácticas, Antonio, un funcionario de Correos en interinidad, casado, y padre de hijos, que ante la necesidad de obtener su permiso de conducción para tener más posibilidades de salvaguardar su puesto de trabajo, no le importaba haber realizado ya muchísimas prácticas, y de una manera tranquila y sosegada realizaba el mismo circuito rozando los 25 segundos establecidos para el examen. Su conducción sobre la moto, a quien lo observábamos como meros espectadores, nos aportaba tranquilidad y sosiego, todo lo contrario que el primer aspirante a motero, que las revoluciones del motor de la motocicleta hacían entender que las prisas no son siempre buenas consejeras.
 Es curioso que teniendo el mismo profesor, dos personas no adquieran de la misma manera las enseñanzas y consejos para realizar las prácticas y poder superar con sosiego el examen.
 Manolo de sus 53 años que tiene, lleva 33 anos desempeñando su profesión, ésa que prepara a los conductores de cualquier vehículo para poder adquirir los conocimientos necesarios que les permitan examinarse con éxito, y poder disfrutar de la conducción el resto de una vida.
  Manolo imparte sus clases en la misma autoescuela en la que obtuvo sus permisos de conducción, siendo su actual jefe, la persona que lo enseñó y lo preparó en sus tiempos de mozo, y en la actualidad , Manolo se siente orgulloso de su vida profesional, pero ante mi pregunta de que si su profesión podía estar pasando por malos tiempos como el profesorado de cualquier escuela, instituto o universidad, por no verse respetado en sus funciones como deberían..?.Manolo me confirmó que así era, y comentó que antes los jóvenes que acudíamos a la autoescuela, lo hacíamos de con una actitud menos altiva, propensa a dejarnos guiar en las lecciones y asumiendo las correcciones ante los fallos de una manera sumisa, sin rechistar y corrigiendo el error enseguida. 
 Contaba que en la actualidad muchas personas acuden a las autoescuelas como mero trámite para poder acudir al examen en Jefatura, muchas veces sin haber abandonado ciertas malas costumbres adquiridas en prácticas furtivas, ya sea con padres o amigos más mayores que les hayan dejado sus vehículos en caminos de pueblo o polígonos industriales abandonados, donde muchas veces en vez de aprender se desaprende.
  En mi grupo de amigos y conocidos tengo la suerte de contar con personas dedicadas al mundo de la enseñanza en distintas ramas de la vida, y todos en sus conversaciones coinciden en que corren malos tiempos para la educación, dónde los consejos son voceados más que enseñados , ya que ciertas personas hacen caso omiso a aquellas palabras que no surgen de personas que sólo poseen un Título que les confiere el privilegio de poder enseñar a sus semejantes, sino que las vivencias buenas, malas y menos malas les otorgan la suficiente experiencia para poder aconsejar con sus lecciones a sus alumnos, y que éstos puedan continuar tras un examen con su vida en orden y sin posibilidades de que puedan verse perjudicados por seguir lecciones erróneas o malamente adquiridas, y en la carretera, ciertas maniobras ejecutadas por una actitud errónea se paga con la propia vida, y ésta no tiene reemplazo, ni repesca como el examen práctico de la autoescuela, tengásmolo en cuenta....

 Nota. agradecido a Manolo, por cederme un poquito de su tiempo y acceder que tomara estas fotografías, y deseando que pronto le vengan mejores tiempos para su profesión, la de profesor de autoescuela

1 comentario:

  1. Por eso siempre es bueno aprender de los compañeros en las autoescuelas nos aportan esa calma y tranquilidad necesarias para hacer el circuito de una forma más sosegada, excelente post

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