Siendo consciente de que cada persona venimos a este mundo con unas aptitudes improntas en la genética de cada cual, escribo sabiendo que no soy una persona destinada a vender libros, ni a vivir de mi escritura, pero la escritura ha sido mi modo de vencer a mi timidez infantil, acrecentada por no tener un carácter, digamos agresivo, para defenderme en aquellos años de insultos y gracietas de otros niños que veían en mi físico, un buen blanco para sus mofas.
En aquellos años en los la palabras "moving" era desconocida en nuestro vocabulario, yo era consciente de lo que englobaba, al ser un niño de cuatro años que llegaba a la escuela del pueblo que vio nacer a a su madre, debido a que sus padres abandonaron el pueblo paterno para intentar buscar una mejor vida para su hijos.

Todas estas vicisitudes, a medida que iba creciendo hizo que recurriera a la escritura para declararme a la chica que me gustara, por miedo al rechazo y quizá influenciado porque en aquella época un sencillo gesto como era mirar a una chica a los ojos para mí, era como ir a escalar el Everest sin oxígeno en la primera expedición.
También influyó en mi gusto por la escritura, la distancia que los estudios interpusieron con mis padres y abuelos, al salir de mi pueblo para cursar los grados de la E.G.B y Bachillerato que englobaron mi preparación académica, al estar internado, convirtiéndose las cartas, en el medio más adecuado para hacer saber a mis familiares como me encontraba, y qué necesitaba.
A medida que mi vida fue discurriendo la escritura se aletargaba, volviendo a resurgir exclusivamente cuando mi corazón solitario comenzaba a latir más rápidamente al conocer a alguna chica que le hacía "tilín", por estar influenciado por ciertos fantasmas del pasado que le hacían no estar seguro de saber como conquistar a su media naranja por la palabras dibujadas por sus labios.
Quien sabe sí alguna de esas chicas al recolocar sus pertenencias de una vida, sea por mudanza o simplemente por intentar calmar su sed de nostalgia de la infancia ya pasada, por rondar ya casi el ecuador de sus vidas, a lo mejor dan con un folio escrito en tinta azul de los bolígrafos Bic, por ser mis preferidos para la escritura y con los que dejé a perpetuidad mis sentimientos juveniles en una cuartilla, por cierto decían que con bonita letra para ser chico.
En la actualidad la escritura se apoderado de mis días, motivado porque una chica que me pidió como favor, que le escribiera una entradilla para su Boda.
Aquella nota que escribí hace ya unos años, para resumir la vida de dos personas que iban a contraer nupcias, propició bellos y emocionantes sentimientos en los invitados que allí se congregaron como testigos del enlace.
No fue difícil escribir unas cuantas líneas que resumieran la vida en común de dos personas del mismo pueblo, que pasaron de ser compañeros de juegos,estudios y pandilla a querer ser compañeros de vida en la figura del matrimonio.Es justo reconocer que en aquellas palabras también dio ciertas pinceladas la hermana del novio, quien gracias a su buen ojo, eliminó y agregó con propiedad ciertas palabras que conformaron un texto que emocionó a los allí presentes, sin olvidar los sentimientos que expresaron los novios, y no lo digo porque yo los observará, pues era el lector de aquella entradilla en el púlpito de la palabra, pero al ver el vídeo de aquella celebración me di cuenta que los recuerdos escritos con palabras y dictadas con el corazón pueden ser el mejor legado que una persona puede regalar a sus seres queridos.
Desde aquel día a la actualidad he escrito demasiadas palabras, líneas que han compuesto pequeños relatos que no me han supuesto ningún beneficio material, pero sí ha servido para desahogarme y querer ser en esas líneas un poco más valiente de lo que soy en persona, porque cuando quiero decir las cosas que debo a quien me hace daño, muchas veces he provocado el efecto contrario al deseado.
" Escribes con el corazón", no son palabras mías, sino dichas por personas que matan su tiempo libre navegando por las redes sociales, quien sabe si buscando algún "estado" con el que sentirse identificado, y que le haga sentir que no es el bicho raro de la manada, sino que también hay personas que piensan,sienten y padecen como ella, y ya se sabe , que mal de muchos, consuelo de ...., pero solo los tontos escriben a veces demasiado.

El ordenador, el smartphone , tablet, con su teclado ya casi imperceptible para el oído humano y sus pantallas táctiles son ahora la perfecta herramienta para dejar por escrito multitud de palabras que al ser leídas pueden ser interpretadas de mil maneras distintas según por la persona que las lea, interiorice y valore según el grado de complicidad que tenga con su autor, porque no todo aquel que escribe levanta simpatías, a no ser que sea un líder en ventas, y la fama sea su cobijo por un tiempo, que le impida caer en el ostracismo más absoluto, pero ya se sabe que "las penas con pan son menos penas", y en la actualidad la escritura se ha convertido para algunas personas, en un modo de conseguir unos ingresos rápidos para ir tirando, más que para dejar un legado de sentimientos de una vida, que es tan fugaz, que ya hasta la las palabras escritas se las puede llevar el viento por falta de sensibilidad para conservarlas con el sentimiento que fueron escritas...quizás porque hoy algunas personas denominan "escritor"a cualquier persona que escriba, aunque no sea su oficio, faltando el respeto a quien utiliza este bello arte con dedicación plena y sobre todo mucho respeto.
Yo no soy escritor, pero sí un aficionado a la escritura, así quiero que se me denomine, ahora y para siempre.
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