jueves, 9 de febrero de 2017

211) CARITAS ANTE LA MERIENDA.

 Dos tazas, el mismo contenido, por los trozos de fresa y plátano, pero de distinto tamaño.
 ¡Una para el adulto, y la otra para el renacuajo!
¡DEBEMOS ENSEÑAR A LOS PEQUES A AMAR LA FRUTA!
Una merienda sin igual; pues en el camión, suele ser a sola, pero eso, sí, siempre una pieza de fruta.  Pues soy un enamorado de esa sección del comercio, donde la variedad y el formato de piezas multicolor enamoran  a la vista. Tanto  se me prodíga , que enseguida comienzo a salivar, para dar buena cuenta de alguna pieza, tras ser pesada por el dependiente de turno.

¡Si es que lo hubiera..!

Qué tiempos aquellos en los que carteles de diferentes calibres, por las letras, impedían "Tocar la fruta" al ser despachada por el frutero.
Ya que ahora con unos guantes de plástico, puede ser usted mismo el que se despache y pese la fruta. Si es capaz, por alcanzar la avanzada edad, de teclear el número que corresponde a la variedad de fruta deseada.
LA FRUTA ESTÁ PASANDO A SER ELEMENTO
DECORATIVO, CUAL BODEGÓN PICTÓRICO.
 Quizás sea por eso, por lo que esta mañana, una Señora, tras despacharse su fruta de referencia propia o médica, tras acercase a la báscula aledaña a la sección de la frutería del supermercado, no encuentraba la tecla referente de la fruta embolsada. Debiendo recurrir a un hombre que por allí pululaba paseando el carro de su compra domiciliaria.

 ¡No había niños en esa sección...!

La hora de los recaos de mi infancia se me vino a la memoria. En mis tiempos, a ciertas edades, por tempranas, a los niños, nos llevaban a comprar nuestras madres y abuelas. Quizás sea por eso, por lo que entre besos y pellizcos a los mofletes, los fruteros nos tentaban con alguna pieza de fácil monda, así como de paladeo inmediato.
Según mi madre, así fue como me fui congratulando con esas piezas tan coloridas, que refrescaban tanto, algunas amargaban, otras estaban ácidas, y otras cuando las ingería, en cuanto salíamos por la puerta de la tienda, le arrabañaba alguna, cual furtivo, de la bolsa, sin que mi madre se percatara.
DE LA ROMANA A LA BOCA. ASÍ ALGUNOS
NOS PRENDAMOS DE LA FRUTA. 

¡O eso creía yo...!

Disculpe el lector, que haya rebobinado mi memoria, pero de vez en cuando, regresar a la infancia a través de la memoria, le hace a uno sonreír, observando el panorama frutero que nos espera. Por no escribir el hospitalario.
 Ya que el 4 de Febrero, dicen que es el Día de la Lucha contra el Cáncer, según escuché a un locutor radiofónico.

Pues se me hace raro, seguir viendo las fruterías habidas de clientela joven; a sabiendas, de que cuando estoy acompañado por la soledad en mis comidas en los restaurantes las piezas de fruta, se ofrece, cuando las hay; pero pocos son las que las solicitan sean servidas por el personal de sala.
¿ PLR QUÉ MANTENEMOS A LOS PEQUES DE ESPALDA
A LO QUE REALMENTE DEBEN APRENDER A VALORAR? 
Por lo que el Cáncer, tendrá, si no tiene ya, todo el cuerpo humano, cual monte es orégano, para acampar en el órgano del que se disponga.

 Yo intentaré hacer todo lo posible, para que mis nenes referentes, me vean disfrutar de la fruta...¡ PALABRA...!

 ¿ Y USTED...? SEGURO QUE TAMBIÉN.

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