Las abuelas de ante, cuando sus nietos eran dejadas a su cuidado, al caer la noche,siempre les enseñaban a rezar en las alcobas,antes de buscar el reparador sueño para recuperarse tras una jornada de juegos.
Algunas de ellas, resaltaban en sus plegarias la invocación al "Ángel de la Guarda", ese quien sin llamarlo,siempre estaba dispuesto a protegernos desde el Cielo ante situaciones peligrosas, ya fueren provocadas por nuestras aventuras ociosas, patrullas de investigación por casas abandonadas y por los accidentes domésticos.
En la actualidad, desde que alguien tuvo a bien formar a personas en la Asistencia Helitransportada,; la cual ha hecho posible que la salvaguarda de vidas humanas hay obtenido un aumento en éxitos de sus intervenciones ante accidente; sean laborales, domésticos, de tráfico y deportivos; impidiendo la legada de la "Dama Negra" por haber atendido y trasladado al paciente en el menor tiempo posible para recibir la asistencia médica hospitalaria necesaria.
Al llevar ya más de media vida en la carretera, pues soy camionero, he sido testigo de numerosos accidentes de tráfico, en los que he visto aterrizar a estos helicópteros en medio de las carreteras o en pequeños claros aledaños, en los que la pericia de los pilotos está a prueba de reflejos y mucha sangre fría; pero nunca había tenido la oportunidad de verlos aterrizar y observar como previamente la tripulación de la ambulancia tenía ya todo preparado para efectuar el cambio del paciente desde el helicóptero al vehículo medicalizado para ser ingresado en el Hospital Clínico de Salamanca .

Durante el traslado del paciente en la ambulancia el paciente sigue siendo tratado por el personal médico del helicóptero, ayudados por la dotación del vehículo sanitario. Una vez entregado el paciente al personal médico del Hospital, la tripulación sanitaria helitransportada es retornada al lugar del aterrizaje para que el helicóptero vuelva a estar operativo.
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Cuando el peligro ha pasado y el paciente poco a poco se va recuperando, siempre hay quien le quedan ganas de mirar hacia el Cielo y dar las gracias a Dios por la intervención de los "Ángeles"; sean terrenales o no, que más da si nos va la vida en ello....